Madrid/ESPAÑA.- E.C.- El Decano de la Facultad de Humanidades y CC. De la Comunicación de la Universidad CEU-San Pablo, José Francisco Serrano Oceja, pronunció una conferencia sobre “Panorama y perspectivas de la presente política española: el protagonismo de la sociedad civil”, organizado por el Círculo de Estudios de Crítica Política de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y presentado por Teófilo González Vila, Catedrático de Filosofía.
En su intervención, José Francisco Serrano habló de la sociedad civil, entendida como la “construcción de una ética común en una sociedad plural e individualista”, y se adentró en el punto de vista del humanismo cívico para analizar la situación política española que, según apuntó, parte de tres presupuestos: poner a la persona en el centro de la política, tener en consideración a las comunidades humanas y dar relevancia a la esfera pública. A su juicio, “la sociedad tiene por naturaleza carácter mecánico y funcionalista de un sistema –denominado tecnosistema- que está compuesto por el Estado, los mercados y los medios de comunicación”.
Pero, advirtió de la situación que se está dando en la actualidad, un proceso de degradación del tecnosistema provocado por la relación entre sus componentes. Citando a Ortega recordó que, además de que el ser humano tiene biografía, la vida se nos es dada no se nos da hecha. “Ahí hay que decidir”, apuntó, un ejercicio, donde nace la libertad y se configura el carácter ético de la persona y donde nace también el ejercicio de la responsabilidad. Ocurre con el individuo pero también con las sociedades, pues éstas deben hacerse.
A lo largo de su exposición hizo referencia a muchos autores y pensadores de este siglo y de toda la historia de la humanidad, entre ellos, a José Antonio Marina, quien ha detectado “una enfermedad en la sociedad española”, que califica de síndrome de inmuno-deficiencia social, a su juicio provocado por la carencia de pensamiento crítico y falta de liderazgo y al que hay que hacer frente fortaleciendo la participación ciudadana. Y a Fernando Vallespín, quien considera que “el problema de la política española es que hay gente implicada no en la solución sino en el problema” y que califica a su oponente político de enemigo en lugar de adversario. Pero, se preguntó, “¿de qué somos responsables y ante quién? ¿Y en virtud de qué en la situación política española?”.
A renglón seguido planteó algunos de los gastos hechos públicos que tiene actualmente el Estado español como los cuatro mil millones destinados a las 13 televisiones autonómicas y RTVE, los salarios de 1.228 diputados en 18 parlamentos autonómicos, coches oficiales… “Vivimos en un cambio de tiempo, existe un proceso decadencia de lo político sustituido por la economía, donde todo lo esencial de la sociedad ya está resuelto y ahora hay que organizar el progreso”, señaló.
Otro de los “peligros” de la situación española actual es la “desmoralización social” y la cultura del “descontento”, que sólo puede ser sufragado con las virtudes cívicas. A saber: la prudencia, la fortaleza, la templanza….
En el coloquio posterior fue interrogado sobre lo que le ocurre hoy a la juventud y apuntó a “la educación emotivista” que han recibido, cuyo principal problema es el “aburguesamiento”. También dio unas pinceladas sobre cómo los católicos deben actuar en la sociedad y, citando al teólogo Olegario González de Cardedal, reconoció la aportación que ha realizado la Iglesia a la sociedad civil. “La primera tarea hoy en la vida pública es dar forma a la nueva historia de España”, y ha de hacerlo, prosiguió, “con creatividad, y empeño y libertad”. Y concluyó poniendo el acento en que “una de las grandes tareas del catolicismo hoy es la conquista de la libertad auténtica” y que “la primera tarea es pre-política, cultural y educativa”.
