Antofagasta/CHILE.- La ceremonia fue presidida por Monseñor Pablo Lizama, Arzobispo de Antofagasta, quien en su homilía agradeció a los asistentes las ganas participar en la Escuela y el tiempo dedicado a ella, especialmente por ser verano.
Al finalizar la misa, se realizó la entrega de diplomas a los miembros de los 13 talleres impartidos este año, y un regalo de agradecimiento a los monitores que viajaron hasta Antofagasta para exponer distintos temas relacionados con el Señor.
De esta manera, se dio término a la tercera versión de la Escuela de Verano que busca formar misioneros para nuestra Iglesia en la fe de Dios.