Concepción/CHILE.- En el templo de San Pedro Viejo se guarda una hermosa imagen que data de más de 400 años, traída por los españoles. La imagen ha sido restaurada y se mantiene en un lugar especial del santuario. Durante varios días fue venerada por fieles venidos de distintos lugares. “A pesar de ser un día de semana cada año participa más gente, este año han sido más de mil, repletando el santuario en cada Misa que se ha celebrado hoy”, manifestó el padre José Cartes, párroco de Nuestra Señora de la Candelaria.
La procesión se inició a las 17 horas, donde una gran cantidad de fieles recorrieron distintos sectores de la comuna, especialmente en Villa San Pedro, con la presencia de Carabineros, que brindó máxima seguridad a los peregrinos. Luego, la caravana regresó a la parroquia y celebrar la Misa solemne, presidida por Monseñor Antonio Moreno, Arzobispo emérito de Concepción.
En su homilía, Monseñor Moreno, agradeció la invitación que le extendió el padre Cartes y luego recordó que durante varios años le ha tocado presidir la festividad. En su profunda reflexión resaltó el sentido de esta celebración. “La fiesta es de la candelaria, y tiene que ver con la luz que Cristo significa para el mundo que vive en la oscuridad, el mundo que en sí mismo no tiene la luz y va a oscuras, y la esperanza de este mundo está en la luz que Dios les ofrece”, señaló.
Mons. Moreno, añadió que “estamos llamados a ser un pueblo con conciencia de ser luz, asumiendo su misión ciertamente con debilidad, con imperfecciones, pero que confía en la comunidad en la cual va y que puede suplir sus imperfecciones”. “Se nos apaga la vela por nuestros pecados, pero ahí está la Iglesia con sus sacramentos para acogernos y encendernos la vela, animándonos a seguir caminando”.
Durante todo el día, se registró gran movimiento de fieles, ya que se celebraron misas desde las 7 de la mañana. Para ello, se levantó un altar en el sector ribereño, para acoger la gran cantidad de fieles que durante todo el día acudió a visitar la Virgen. El santuario se preparó especialmente, como es tradicional, para dar la mayor comodidad a los peregrinos.
