Copiapó/CHILE.- La celebración fue presidida por el Obispo, asistido por el Nuncio Apostólico, Monseñor Ivo Scapolo, y comenzó con el traslado de la imagen histórica, desde el templo hasta el altar de piedra, en andas de los mineros.
“El trabajo vale lo que vale la dignidad del trabajador”
En el comentario del evangelio, el Obispo dijo que “el trabajo tiene que ser un enriquecimiento y transformación del mundo, porque representa una dimensión fundamental de la existencia, nos ayuda a participar de la obra creadora de Dios y de la redención que Cristo ha realizado con su muerte y resurrección”. Dijo también que “el trabajo no es mera mercancía o materia de trueque; vale lo que vale la dignidad del trabajador y trabajadora, por eso el discípulo de Cristo sabe que trabajar dignamente hace posible que la sociedad venga a ser una gran casa para todos con pan respeto y alegría”.
“Los escándalos descubiertos por causa del lucro excesivo o la colusión nos obligan, comenzando por las autoridades, a poner atención en priorizar el bien común, de manera especial de los más vulnerables” agregó el Obispo. También se refirió a la responsabilidad de toda la sociedad en lor problemas que afectan a los temporeros, los mapuches, los pescadores, los servicios públicos, entre otros, y llamó a “valorar el trabajo como prolongación de la obra creadora de Dios”.
Se refirió al fenómeno de los indignados, llamando a reconocer y denunciar los problemas sociales con responsabilidad pero sin violencia, e hizo una referencia al accidente de la Mina San José, “que nos obliga a preguntarnos qué hemos aprendido para que esto no se reíta en ninguna parte del mundo”.
Concluyó señalando que “en este año de la Misión Joven, que este mensaje llegue a ser parte dela vida de las nuevas generaciones, y que María nos ayude a que esta sociedad sea verdaderamente una mesa para todos”.
Diversos oficios son ofrecidos a la Virgen Candelaria
En el ofertorio, representantes de diversos sectores presentaron ofrendas ante el altar, por ejemplo, un minero, una trabajadora de la salud, del sector público, una profesora, un artesano, una temporera, un carabinero, migrantes, una trabajadora de casa particular, entre otros.
Luego tuvo el emotivo momento de recuerdo de cada uno de los mineros fallecidos en accidentes laborales desde la última fiesta, encendiendo una antorcha por cada uno. Posteriormente, un cantor popular ofreció una canción.
Al finalizar la celebración, el Nuncio Apostólico saludó a la asamblea diciendo que le conmovía mucho el amor que el pueblo de Atacama siente por la Virgen María, y que ella propicia la comunión “que nos hace hermanos”.
En la víspera del día central de la fiesta, los bailes religiosos continuaron con sus presentaciones en los diversos sectores del Santuario. Cabe señalar que el Jefe General de Bailes acompañará la celebración de la Misa Solemne con cantos a lo divino, el domingo a las 10 de la mañana, la que será presidida por el Nuncio Apostólico.