El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Eduardo Lozano, destacó que la realización en Buenos Aires de la Feria del Libro sirva para “instalar en la sociedad la necesidad de una mayor dedicación a la lectura”.
“Desde hace décadas escuchamos lamentos acerca de cómo se fue desplazando el lugar del libro en casa o la escuela. Y estas quejas tienen fundamento en la realidad”, aseguró en su columna semanal.
El prelado indicó que “primero, la televisión; luego, la computadora, van poniendo cada vez más dificultades para una dedicación a la lectura serena y reposada”.
“La llamada ‘cultura del zapping’ nos hace pasar del largo y no detenernos en los libros, y a veces ni en los amigos. La ponderación del fragmento por sobre los caminos prolongados o los procesos de aprendizaje puede ser un impedimento concreto”, sostuvo.
Sin embargo, destacó que “cada tanto aparecen novelas que atrapan a los adolescentes, o textos que nos ayudan a encontrar riquezas en el propio corazón o que nos ayudan a soñar un mundo mejor que aun es posible. También libros de espiritualidad y formación”.
El prelado contó que por estos tiempos “se estaban vendiendo varios títulos sobre el Papa Francisco, o acerca de la vida de San Francisco de Asís”.
Monseñor Lozano aprovechó su columna para invitar a la presentación del “Nueva Evangelización: fuerza de auténtica libertad”, que escribió junto a un sacerdote y un matrimonio. El acto será el 9 de mayo, a las 19, en el monasterio de Santa Catalina, San Martín y Viamonte, del centro porteño.
“Quiere ser -señaló- una invitación a la esperanza y la disponibilidad dócil al Espíritu que nos impulsa a navegar mar adentro, a dejar las seguridades conocidas en la costa y dirigirnos hacia aguas más profundas”.
Monseñor Lozano también se refirió a la solemnidad del 8 de mayo en honor de la Virgen de Luján, patrona de los argentinos. “A su Santuario en Luján —y a tantas Iglesias que llevan su nombre— acuden muchísimos peregrinos buscando el consuelo de la Madre, o queriendo expresarle el cariño de hijos. A la Virgencita Gaucha le confiamos nuestras intenciones y anhelos. Especialmente a sus hijos pobres y enfermos”, indicó.
Asimismo, recordó que “hace dos semanas fuimos todos los obispos del país a rezar a Luján. Especialmente nos movía el pedido que el Papa Francisco nos hizo llegar en su carta: ‘recen por mí’”.
“Con corazón de peregrino también aproveché para pedir por mis familiares y amigos, los enfermos, los presos, los que no tienen trabajo, los que son adictos a las drogas o el alcohol, las vocaciones, la diócesis... y también por vos. Necesitamos de la oración de unos por otros. La Iglesia es familia y es comunión. La gracia de Dios nos alienta a la misión y a encontrar el rostro de Jesús en todos nuestros hermanos”, concluyó.+