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“El primer aliento fue para dar a gracias a Dios por estar vivos” |
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“El primer aliento fue para dar a gracias a Dios por estar vivos”Fri, 04 Apr 2014 02:50:00
Soc. Misionera San Columbano
El sacerdote columbano Miguel Howe, comparte la experiencia vivida esta semana cuando un terremoto afectó a la zona.
“La noche del 1 de abril, a eso de las 20:45 hrs, cuando cantábamos la última canción de la misa en la Capilla Nuestra Señora del Carmen se inició un fuerte terremoto de 8,2 en la escala de Richter que afectó a gran parte de la zona norte de Chile.
Las luces se apagaron y con las velas del altar iluminando, pudimos encontrar el camino a la salida de la Capilla. Los vidrios explotaban y sonaban durante el terremoto. Cuando este paró de causar daño, el primer aliento fue para dar gracias a Dios por estar vivos y porque los participantes a la misa no habían sufrido daños.
Los pensamientos fueron entonces a los familiares y amigos que estaban en Iquique, al lado de la costa del océano pacifico, donde empezaban a sonar las alarmas de tsunami. Después de dejar algunas familias en su casa me dirigí a mi casa a encontrarme con mi compañero de parroquia el padre Albinus, quien es un sacerdote asociado de Corea, encontrándolo bien y la casa con muy poco daño.
Juntos fuimos a ver a nuestros vecinos, todos ellos en las calles polvorientas de Alto Hospicio y escuchando las noticias a través de las radios de nuestros autos, todos muy preocupados de nuestros amigos y familiares que estaban en Iquique, ciudad a unos 15 kilómetros de Alto Hospicio.
El Padre Albinus y yo fuimos a ver cómo estaban las demás capillas, encontrándonos con la primera con mucho daño en el cielo. Otras capillas han sufrido daño en distintas partes.
Nuestro nuevo Obispo, Monseñor Guillermo Vera, nos llamó para preguntar cómo estábamos y acompañarnos en la hermandad. Él también debió salir de su casa y buscar refugio en un lugar seguro volviendo a su hogar alrededor de las 4 am.
En la mañana hemos escuchado que 6 personas han muerto a causa del terremoto, el agua empezó a ser distribuida, la electricidad pronto empieza a retornar a las casas. Algunos de los nuevos departamentos se han visto dañados. Así la gente debe pasar estas horas en la capilla Santa Teresa de los Andes que se usa como albergue para algunas familias.
A pesar de que tenemos daños materiales y algunas vidas se han perdido, sin lugar a dudas la tragedia pudo haber sido peor, tanto durante el terremoto como cuando la gente debió evacuar la zona costera.
Todo el daño que hemos sufrido en los edificios de las capillas pospondrán algunos de los planes pastorales y deberemos dedicar tiempo a la reparación de las capillas. Nuestros planes no siempre funcionan como lo hemos planeado pero nuestro Obispo ha dicho “nuestra ayuda está en el nombre de Dios”.
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