Un millón de estadounidenses adultos se hicieron católicos en los últimos 8 años

En los días previos a la Pascua la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos acostumbra a publicar las cifras de los adultos que entrarán en la Iglesia católica en la Vigilia Pascual y en las semanas del tiempo pascual. Sin embargo no se trata de cifras de todo el país sino solo de algunas diócesis. Las cifras completas se publican un par de años después en el “Official Catholic Directory”, la guía eclesiástica estadounidense.

Un millón de adultos convertidos en ocho años
En el lapso transcurrido entre 2005 y 2012 -según informa la agencia Religión en Libertad (ReL)- la Iglesia católica en los Estados Unidos incorporó a un millón de adultos, de los cuales unos 400.000 recibieron el bautismo. Los otros 600.000 ya estaban bautizados en otras comunidades cristianas no católicas, por lo que no era necesario un nuevo bautismo.

En 2012, último año de esta estadística, el 13 % de los que ingresaron en la Iglesia católica fueron adultos, mientras que el 87 % restante fueron bebés o niños pequeños bautizados.

Es este año la diócesis en la que se registró el mayor número de "nuevos cristianos adultos" fue Galveston-Houston, que recibió a 2.300 entre catecúmenos (por bautizar) y cristianos de otras comunidades recibidos en la plena comunión católica. Le siguen Atlanta, con 1.913 nuevos católicos adultos, Los Ángeles, con 1.666 y Nueva York con 1.350.

Un cierto estancamiento
Según ReL, las cifras de los últimos años señalan un estancamiento en el número de conversos en los Estados Unidos, no así en Francia, donde creció un 50 %).

Los números de 2005 y 2006, anormalmente altos, tienen que ver probablemente con la gran visibilidad y prestigio que la muerte de Juan Pablo II y el cónclave que eligió papa al cardenal Ratzinger dieron a la Iglesia Católica, llamando la atención de muchas personas. Un ejemplo fue el del judío Roger Dubin, que se declaró "el primer converso de Benedicto XVI).

Además, había entonces más matrimonios, y el matrimonio es sociológicamente una causa de conversión. Con todo, las cifras parciales de esta Pascua 2014 parecen sugerir un nuevo crecimiento respecto de años anteriores, aunque no se pueda demostrar aún ningún "efecto Francisco").

Dos ejemplos: un chino y un viudo
Una nota de la Conferencia Episcopal da dos ejemplos de dónde llegan los catecúmenos, personas que piden bautizarse.

Jian Wang es estudiante de ingeniería. Nacido en China, abandonado por su madre, fallecido su padre cuando él era adolescente, su vida no fue fácil. Hace unos meses vio en internet un video con la oración del avemaría. Quiso saber más, contactó con el centro católico de su universidad que buscó por Google, y empezó a conocer la fe católica. En pocos días se bautizará con otros 113 catecúmenos en la diócesis de Metuchen, Nueva Jersey.

Otro ejemplo es el de David Cupp, un hombre ya mayor de Detroit. Su esposa, que falleció repentinamente después de 40 años de matrimonio feliz, era católica devota. Él no estaba interesado en lo religioso. Ahora piensa de otra manera. De niño fue bautizado en otra comunidad cristiana. Ahora recitará la profesión de fe católica y será confirmado como católico, convencido de que "hay un Dios verdadero" y que eso "te mantiene cuerdo".

Las historias son diversas. Se calcula que este año en todo el país habrá unos 130.000 o 150.000 nuevos católicos en todo el país. Estadísticamente, la mayoría tiene que ver con una novia, un cónyuge, una familia católica acogedora, contagiosa. Dios caza con lazos de relaciones humanas. La mayoría entiende que el bautismo o la entrada en la Iglesia no es un final, sino un principio.

¿Influye la fe de los padres?
Al comienzo de uno de sus libros, el gurú del nuevo ateísmo, Richard Dawkins, escribió: "Si eres religioso, es abrumadoramente probable que tu religión sea la de tus padres".

Sin embargo, no es el caso de este millón de adultos estadounidenses, y la estadística real merece matizar el concepto "abrumadoramente probable".

Según ReL, un análisis del blog especializado en socio-estadística religiosa Nineteensixty-four.blogspot.co.uk, revela que en los Estados Unidos sólo un 30 % de los que fueron educados como ateos en su infancia y adolescencia se mantienen como tales en su vida adulta. El ateísmo tiene una baja tasa de retención.

En un 70 % de casos los hijos educados en el ateísmo lo abandonen al crecer. De éstos, un 30 % de los que eran ateos en su infancia se hacen protestantes: un porcentaje muy grande. Uno de cada diez niños ateos, al crecer se hace católico. Un 2 % se hace judío (lo más común es que sean mujeres que se casan con judíos). Y un 1 % se hace mormón y otro 1 %, pagano. El resto se suma a los "nones" (no religiosos pero que no se declaran ateos).

Cambiar de religión es común en el libre mercado de creencias de los Estados Unidos: los Testigos de Jehová sólo retienen a un 37 % de los que en ellos se criaron; los presbiterianos retienen a un 41 %; los episcopalianos a un 45 %; los metodistas a un 46 %; los budistas a un 49 %. También abandonan la mitad de los pentecostales (50 %) y seis de cada diez luteranos y baptistas.

Hay comunidades que consiguen mantener una tasa de retención más alta, entre ellos el catolicismo (el 68 % de los educados en él se mantienen de adultos), el mormonismo (70 % de retención), los greco ortodoxos (73 %), los musulmanes (76 %), los judíos (76 %) y los hindúes (84 %).

Otra fuerza católica son los "retornados"
La fuerza espiritual de la Iglesia Católica no se nutre sólo de los nuevos católicos, sean niños (el 87 % de los nuevos "ingresos") o adultos conversos (13 %) sino de los "retornados", aquellos que fueron católicos, se alejaron de la fe, pero han vuelto a ella con convicción: se considera que serían el 9 % de los católicos adultos hoy en los Estados Unidos, más de 5 millones de personas, quizá son un 13 % de los que van realmente a la parroquia en un domingo dado, según un sondeo del centro CARA de la Universidad de Georgetown.

Entre conversos y retornados, la Iglesia de los Estados Unidos se beneficia de un influjo de adultos conscientes y comprometidos que genera una cultura católica especialmente dinámica, en un país donde 78 millones de habitantes (algo más del 25 % de la población) declaran ser católicos.+