Los jujeños pidieron al Santísimo Salvador por la convivencia social

Como cada 6 de agosto, cientos de fieles se unieron a las celebraciones del Santísimo Salvador, patrono de la capital provincial. El obispo de Jujuy, monseñor César Daniel Fernández, encabezó los festejos, a los que se plegaron los feligreses capitalinos y peregrinos de otros rincones de la provincia.

En horas de la tarde, los feligreses partieron desde la Catedral en una procesión con la imagen del Santísimo Salvador por las calles de la ciudad, para luego regresar al templo y dar inicio, en el exterior, a la misa solemne, presidida por monseñor Fernández.

En su homilía, el obispo diocesano hizo un llamado a la reflexión y a la oración para lograr una buena convivencia entre los ciudadanos, a fin de proteger la paz social en toda la provincia. El prelado se expresó de esta manera en medio de reclamos de empleados estatales, que se mantienen en constante protesta.

Monseñor Fernández recordó que la ciudad fue puesta en manos del Santísimo Salvador y que la vida actual pone desafíos, que pueden parecer inalcanzables para el hombre de hoy, pero no lo son si se abriga la esperanza y la certeza de saber que Jesucristo nos acompaña.

Monseñor Fernández dijo en un pasaje de su alocución que “pensar en una ciudad es pensar en el ámbito de la convivencia fraterna, de la ayuda solidaria, del trabajo cotidiano por mejorar y crecer”. También manifestó: “Pensar en una ciudad es pensar en un hogar, casa donde se comparte el pan ganado con el sudor de la frente y se abrigan sueños de prosperidad y de paz”.

“Pensar en nuestra ciudad de San Salvador –agregó-, es pensar en lo que nos toca hoy a cada uno de nosotros como ciudadanos responsables. Es honrar el legado de nuestros mayores, ese legado que honraremos bajo el amparo del Salvador, haciendo nuestra ofrenda cotidiana, para que nuestra vida y convivencia diaria, sean realmente la de una familia unida que busca los caminos de la justicia y el progreso a través del diálogo y del cultivo de la paz social”.

“En una familia, en una ciudad como esta y cualquier otra, entendida como fraternidad, nadie se salva solo. Nadie prospera si no prosperamos todos. Nadie levanta cabeza aplastando a otros; nadie sufre y pena por la injusticia sin que suframos y luchemos todos por vivir cada día mejor”, afirmó el obispo diocesano.

"Con la fuerza de la fe, podemos hacer el aporte que hoy necesita nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestra patria. Con los ojos llenos de cielo al contemplar al Señor transfigurado, hundamos nuestras manos en la tarea de cada día para mirar a cada jujeño, a cada argentino, a cada hombre, como un hermano. Un hermano con quien unir manos y corazones para construir este hogar de todos que es nuestra patria, nuestra ciudad, donde reine la justicia y la solidaridad. Es posible todo esto esto. Sólo falta que vos, yo, cada uno de nosotros nos sumemos para hacer de nuestra patria, nuestra provincia, nuestra ciudad un verdadero hogar", aseguró el prelado.

Las fiestas patronales contaron con la presencia del gobernador de la provincia, Eduardo Fellner, quien asistió junto con los funcionarios del poder ejecutivo y otras autoridades comunales. En la jornada festiva también se recordó el segundo aniversario de la toma de posesión episcopal de monseñor Fernández.+