Cuaresma es tiempo de renovarse y anunciar a Jesús

El obispo de Río Gallegos, monseñor Miguel Ángel D’Annibale, comentó el pasaje del evangélica donde se narra el episodio de la Transfiguración del Señor que se leyó en las misas celebradas durante el segundo domingo de Cuaresma. El prelado comentó que este pasaje debe ser un aliento para renovarse en el tiempo de Cuaresma y llevar ánimo a los más débiles y pobres.

Monseñor D’Annibale explicó que la Transfiguración del Señor llega en el momento posterior al conocimiento de los apóstoles de que verían a Jesús morir en la cruz. “Esto produce una gran desolación en los apóstoles”, comentó el prelado.

“Jesús se lleva a tres de ellos para consolarlos en la montaña –observó-. Les regala esa experiencia de Dios. Fíjense qué contraste tiene con la experiencia del desierto de la semana pasada, en la que Jesús aparecía tentado y a la vez reconfortado, con la experiencia del segundo domingo: la Transfiguración es la experiencia de la profunda consolación que Jesús resucitará y vivirá así para siempre”.

El obispo aseguró que la experiencia de la Transfiguración fue una fuerza que los apóstoles recibieron para poder seguir hablando del Señor. “Los apóstoles, más tarde, convencidos de que Jesús está vivo, lo anuncian, lo comparten y se animan”, expresó.

Monseñor D’Annibale consideró que este Evangelio “tiene el profundo sentido de animar nuestro camino de conversión y de animarse a ser hombres nuevos por este tiempo de Cuaresma”.

“No renunciemos a la misión de anunciar a Jesús en medio de los hombres. Esto nos tiene que llevar a la conversión esta semana para seguir viviendo la purificación hasta la Semana Santa, pero también nos da impulso para salir”, dijo.

“¿Sabés cuántos están esperando el ánimo de un Cristo vivo? Estamos llamados a animar a nuestros hermanos, a los más débiles y a los más pobres, para que no les falte esta fuerza en el corazón. ¡Bendigan a los demás también!”, concluyó el prelado.