CAMINEO.INFO.- Fatima/PORTUGAL.- El programa divulgado a los medios de comunicación social el 7 de diciembre de 2009, con motivo de la visita papal, informa de la pretensión del Santo Padre Benedicto XVI de visitar, en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, las dos capillas donde están enterrados los videntes Jacinta Marto y Lucía de Jesús (en la capilla del lado oeste) y Francisco Marto (en la capilla del lado este). La visita a las tumbas de los videntes escogidos por Dios para, a través de Nuestra Señora, acoger y difundir el mensaje del Cielo transcurrirá después de las celebraciones del 13 de mayo, que el propio Papa presidirá.
En ese día habrán pasado diez años del gran momento ocurrido el 13 de mayo de 2000, ocasión de la beatificación de los videntes Francisco y Jacinta, por el Papa Juan Pablo II, una celebración realizada en Fátima.
Recordemos aquí algunas de las palabras de Juan Pablo II, en la homilía de la beatificación:
"Yo te bendigo, Padre, porque has revelado estas verdades a los pequeños". La alabanza de Jesús reviste hoy la forma solemne de la beatificación de los pastorcitos Francisco y Jacinta. Con este rito, la Iglesia quiere poner en el candelero estas dos velas que Dios encendió para iluminar a la humanidad en sus horas sombrías e inquietas. Quiera Dios que brillen sobre el camino de esta multitud inmensa de peregrinos y de cuantos nos acompañan a través de la radio y la televisión.
Que sean una luz amiga para iluminar a todo Portugal y, de modo especial, a esta diócesis de Leiría-Fátima”.
Concretamente sobre las apariciones en Fátima, el fallecido papa que visitó este santuario en tres ocasiones (1982, 1991 y 2000) dijo:
“Con su solicitud materna, la Santísima Virgen vino aquí, a Fátima, a pedir a los hombres que "no ofendieran más a Dios, nuestro Señor, que ya ha sido muy ofendido". Su dolor de madre la impulsa a hablar; está en juego el destino de sus hijos. Por eso pedía a los pastorcitos: "Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y pida por ellas".
A todos los niños, el Papa Juan Pablo II invitó, en la misma homilía, “pedid a vuestros padres y educadores que os inscriban en la "escuela" de Nuestra Señora, para que os enseñe a ser como los pastorcitos, que procuraban hacer todo lo que ella les pedía”.
Conforme subrayó la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) en una Nota Pastoral escrita para este viaje papal del año 2000, “esta beatificación viene a reconocer que también ellos (los niños) pueden vivir heroicamente las virtudes cristianas y constituir ejemplo para los miembros de la Iglesia”.