El Arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sanz dedicó la jornada del sábado pasado, 25 de febrero, a visitar las comunidades de religiosas en Bembereké, deteniéndose con especial atención en la tarea que desarrollan las Dominicas de la Anunciata en la atención a los niños y en la formación de la mujer.
El prelado muestra en su apunte del día el impacto que le produce ver tantísimos niños que llenan de esperanza aquella tierra y reflexiona sobre el egotismo estéril y las crisis de valores que, por el contrario, afectan a nuestro continente.
En sus impresiones el Arzobispo de Oviedo califica de preciosa la tarea de las Dominicas que instruyen a mujeres y hombres en una paternidad responsable, enseñando cómo se cuida la vida frente a la pandemia del SIDA, cómo se conocen las leyes escritas por Dios en nuestro cuerpo y cómo se vive el amor según la edad. Y todo ello sin divulgar programas de esterilización ni prácticas abortivas, fomentadas por tantos organismos entre los países más pobres, y sin emplear estrategias de conocidas organizaciones y laboratorios que, respondiendo a determinadas consignas e ideologías de género, presentan a la Iglesia y a los cristianos como enemigos del progreso. “Un
‘progreso’ que lo único que ha hecho es destruir los verdearos derechos de los más pobres, de los niños y de la mujer”, señala en su crónica desde Benín el prelado asturiano.
El texto completo de sus impresiones puede verse en
http://www.asturiasenbenin.blogspot.com