CAMINEO.INFO -Valencia/ESPAÑA- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, presidió una misa en honor de la Virgen de Palestina, patrona de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuya sección Reino de Valencia organizó ayer tarde la ceremonia.
La celebración tuvo lugar tuvo lugar en la capilla del Palacio Arzobispal, puesto que el Arzobispo es prior de la orden en su sección Reino de Valencia y en ella participó, además, el lugarteniente de la Orden, Enric Mas.
Asimismo asistieron a la celebración eucarística diversos representantes de las órdenes presentes en Valencia como la Real Orden de Caballeros de Santa Maria de El Puig, la Real Maestranza de Caballería de Valencia, la Soberana Orden de Malta, la Real Hermandad del Santo Cáliz Cuerpo de la Nobleza de Valencia, el Insigne Capitul de Cavallers del Centenar de la Ploma, el Capítulo de Caballeros Jurados de San Vicente Ferrer, además de responsables de la comandancia naval de Valencia y una representación del Teniente General Jefe del Cuartel General Terrestres de Alta Disponibilidad de la Región de Valencia.
Virgen de Palestina
La advocación de Nuestra Señora de Palestina se convirtió en patrona de la Orden a través de un “breve de 16 de enero de 1994 realizado a petición del Cardenal Caprio, Gran maestre de la Orden, por el cual se confirmó a la Santísima Virgen María, en su advocación de Nuestra Señora de Palestina, como Patrona de nuestra Orden y desde entonces, celebramos anualmente su fiesta”.
Orden de Caballería del Santo Sepulcro
La Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén fue creada por Godofredo de Bouillon tras conquistar Jerusalén en 1099 durante la Primera Cruzada para la defensa de los Santos Lugares.
En la actualidad, la Orden de Caballería del Santo Sepulcro, desarrolla su fin espiritual y el social, “ayudando a las instituciones caritativas y sociales de la Iglesia Católica en Tierra Santa y particularmente las del Patriarcado latino de Jerusalén”, ha señalado su presidente. Asimismo tiene un fin asistencial, “defendiendo la fe cristiana en Tierra Santa y en la conservación de los Santos Lugares”. La Orden mantiene en la actualidad 70 parroquias y cerca de 50 colegios atendiendo a cerca de 30.000 estudiantes, de los cuales unos 10.000 son cristianos y la mayoría pobres.
De igual forma, “impulsa la vida espiritual de sus miembros y presta ayuda para el mantenimiento de los Santos Lugares”. Asimismo, desarrolla en la diócesis proyectos de caridad, “suministrando alimentos a personas y familias sin recursos y sin empleo, como consecuencia de la actual crisis económica”.
