CAMINEO.INFO -Valencia/ESPAÑA- Devotos de Nuestra Señora Refugio de Pecadores participarán en una procesión claustral en honor a su patrona que tendrá lugar esta tarde en el monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia, que reabre sus puertas para este acto tras la integración, el pasado mes de enero, de la comunidad de religiosas de la orden de las Franciscanas Clarisas que lo regía en el convento de la Puridad y San Jaime, de la misma orden.
De esta forma, “éste será uno de los pocos actos celebrados en el monasterio desde la fusión de ambas comunidades de religiosas hace nueve meses y, por el momento, continúan las gestiones para decidir la nueva orden de religiosas, también de vida contemplativa, que lo regirá”.
Durante la procesión, los fieles portarán las andas con una réplica de la pintura sobre tabla original del siglo XV de la Virgen Refugio de Pecadores, que se conserva en la iglesia del monasterio de la Trinidad, ubicado en la Plaza de la Trinidad, 13, de Valencia, según han informado fuentes de las Franciscanas Clarisas en Valencia.
La fiesta en honor a la Virgen del Refugio en el monasterio de la Trinidad “es fruto del trabajo de las clavariesas de la Cofradía de Nuestra Señora Refugio de Pecadores, que mantienen desde hace más de cien años la tradición de celebrarla el tercer domingo de septiembre”.
Se salvó gracias a una niña de 8 años
La figura de la Virgen del Refugio que se conserva en el monasterio, una pintura original realizada sobre tabla de aproximadamente 1,20 metros de altura, se salvó durante la persecución religiosa de 1936 “gracias a que una niña de 8 años que se encontraba en el patio del monasterio en el momento de ser asaltado por los milicianos, rompió a llorar cuando vio que iba a ser quemada la imagen”, según indicó una de las religiosas, que presenció el episodio.
Tras ello, el miliciano arrojó la tabla junto a otros cuadros apilados a la salida del monasterio que iban a ser enviados al Museo de Bellas Artes, convertido entonces en almacén del Tesoro Artístico de Valencia, aunque al acabar la guerra fue de nuevo recuperada por las franciscanas clarisas y colgada en su lugar habitual.
La tabla, al parecer pintada al óleo en el siglo XV en la región de Bohemia, fue traída por una aristócrata centroeuropea, de apellido Scandenberga, que llegó a Valencia en 1499 y “se guardó en el monasterio de la Trinidad al no contar todavía el convento con obras de arte”, han señalado.
