Rafael Ortega recuerda que el objetivo perseguido es contribuir a la presencia de Dios en la vida pública

Al iniciarse los preparativos de la próxima edición del Congreso de Católicos y Vida Pública, que este año estará dedicado a la familia, el director del mismo, Rafael Ortega Benito, ha dirigido una carta a cuantos participan en este acontecimiento que se ha convertido en uno de las máximas referencias culturales católicas de nuestro país. Afirma a este respecto Rafael Ortega que el Congreso es hoy una realidad arraigada gracias al esfuerzo realizado por muchas personas que pretenden hacer resurgir la presencia cristiana dentro de nuestra sociedad, necesitada de Dios. El Evangelio dice la misiva, tiene que ser luz que ilumine la vida de cada hombre, por eso el Congreso quiere hacer visible este deseo y contribuir a la presencia de Dios en la vida pública mediante el testimonio cristiano”.

La Asociación Católica de Propagandistas y su Obra la Fundación Universitaria San Pablo CEU continúan con este proyecto conscientes, quizá hoy más que nunca, de su responsabilidad a la hora de hacer visible a Cristo en medio de nuestra sociedad. Los católicos tenemos que conseguir entendernos y que aprobemos nuestras asignaturas pendientes: la cultura y la política.

Durante estos años, la gran familia del Congreso ha expresado esta esperanza profunda pues se producen debates e intervenciones de gran hondura intelectual respecto a los grandes retos de nuestra sociedad. Es su dimensión académica e intelectual. Al mismo tiempo, todos tenemos la necesidad de hacer visible en nuestras vidas y en toda la sociedad la propuesta atractiva y revitalizadora que para el hombre tiene el cristianismo. Por eso, no sólo estamos preocupados por el presente, sino también por el futuro.

Y no podemos, ni debemos, olvidar el futuro. Desde hace unas cuantas ediciones los niños son también los protagonistas del Congreso. Se puede decir que en el Congreso puede participar toda la familia: desde los mayores a los más pequeños. De hecho, el Congreso Infantil, no es un anexo del Congreso, sino que es el Congreso. En él, los más pequeños se forman para ser capaces de discernir lo bueno de lo malo y sentirse protagonistas.

Además, este año incluimos como novedad el Congreso Juvenil. Jóvenes de entre 13 y 18 años podrán participar a través de diversas actividades especialmente diseñadas para ellos y relacionadas con la temática del Congreso. Por otro lado, los jóvenes a partir de los 18 años tendrán su espacio con una mesa en la que se abordarán temas relacionados con sus inquietudes. Serán también actores de la Noche Joven, en la que tendrán un encuentro cultural y música en vi”vo”.

“La familia siempre”

El XVI Congreso Católicos y Vida Pública es el primero que sitúa a la familia en el pórtico mismo de su título general, aunque en todas las ediciones anteriores y como señala el título de este año, ha estado de una u otra forma “LA FAMILIA SIEMPRE”. Así, la familia, como la educación en libertad, la dignidad de la persona y su derecho a la vida, desde el primer instante de la concepción hasta la muerte natural, han sido objeto de estudio y defensa bajo los diversos temas generales que se han tratado en cada uno de nuestros Congresos, pues se trata de cuestiones y valores fundamentales en una consideración antropológica, humana y cristiana.

El XVI Congreso Católicos y Vida Pública, al enfocar toda su atención sobre la familia, no puede dejar de considerar que la actual generalizada crisis social y espiritual está cargada de graves desafíos para esta institución fundamental, núcleo vital de la sociedad y la comunidad eclesial. Las ponencias generales del Congreso, que tendrán su ulterior desarrollo en las diversas mesas, estudiarán los problemas que se consideran de especial trascendencia y ofrecerán sus reflexiones, testimonios y propuestas, personas con especial preparación y experiencia en los respectivos ámbitos.