CAMINEO.INFO.- Guayaquil/ECUADOR.- De regreso al país, el pasado martes, los jóvenes confiesan haber extrañado a su familia. Sin embargo, la falta de sus seres queridos se compensó con el sacrificio que compartieron con sus hermanos del grupo apostólico Camino Neocatecumenal, que a escala nacional viajaron 800 entre Loja, Guayaquil, Santa Elena, e Ibarra.
Emoción y hasta lágrimas de felicidad se observaron en el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, a su arribo a las 19:30.
“Sean bienvenidos, peregrinos”, exclamó Lorena García a su hija Noemí Velarde, de 21 años de edad, y a sus amigos.
Mientras que para María José Villacreses y Andrea Sotelo la llegada a la terminal aérea fue solo un descanso, pues de la urbe debían trasladarse a su ciudad de origen, Santa Elena.
“He entendido que un cristiano no puede vivir su fe fuera de la Iglesia, y mucho menos solo; por tanto, vivir en comunidad y poder practicar este amor al prójimo es lo que haré”, manifiesta Villacreses.
Un día después de su retorno, José Romero, Noemí Velarde, Alfonso Rodríguez y Andrés Moyano se reunieron en la iglesia María Auxiliadora, sur de Guayaquil, para participar en la ‘celebración’, actividad que consiste en leer y reflexionar sobre la Biblia, y que se realiza durante dos horas los martes y miércoles.
Romero afirma que tratará de poner en práctica uno de los mensajes que más le gustaron del papa Benedicto XVI: “Quiero vivir mi fe en familia en un grupo, justo como lo hizo la Sagrada Familia de Nazareth”.
En tanto, Jesé se propone continuar evangelizando, tal como lo hizo en Palomeras Altas, España, con la diferencia de que aquí su grupo objetivo serán los jóvenes de su edad.
“Hay muchos jóvenes que en lugar de seguir a Dios prefieren estar metidos en pandillas y eso tiene que cambiar”, considera.
A Pablo Valarezo, de 18 años de edad, el viaje que realizará mañana a Estados Unidos, en el cual se quedará a estudiar la universidad, le implica un reto porque conocerá otra gente.
“Voy a ir a Miami, a la iglesia Madre de Cristo, en donde hay gente que pertenece al Camino Neocatecumenal”, indica con la esperanza de continuar su vida por el sendero de Dios