Monseñor Javier Echevarría, obispo de la prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, visiTó durante este fin de semana la Argentina y mantuvo un encuentro con las familias, los miembros y los allegados a esta obra de la Iglesia en el colegio Los Molinos, de Munro, en el conurbano bonaerense.
El prelado español, que llegó procedente del Uruguay, arribó a la institución educativa momentos antes de las 16. Desde temprano, las instalaciones del colegio fueron puestas a disposición de los más de 12.000 fieles que se congregaron para escuchar el mensaje que tenía para dejarles el sucesor de don Álvaro del Portillo, próximo a ser beatificado y san Josemaría Escrivá. Para cumplir el precepto dominical, y previendo la masiva concurrencia, se celebraron misas a las 13 y a las 14.
El obispo reflexionó con la multitud por espacio de una hora, y fiel al carisma de la obra, los alentó a vivir el Evangelio y hacer presente a Jesús santificando las tareas cotidianas. Insistió mucho en rezar por el Papa con dos anécdotas.
"En Alemania -expresó-, cuando eligieron a Benedicto XVI hicieron unas camisetas que decían 'Somos Papa'. Argentinos queridísimos, también bolivianos y paraguayos, ¡sois 'Papa'! Dejadme que os pregunte, ¿cuántas veces le habéis recordado en el día de hoy? Porque está pidiendo oraciones, como hacía san Josemaría con la mano extendida, porque necesita vuestra ayuda. Una ayuda que tiene que ser de oración, una ayuda alegre, una ayuda de disponibilidad… En este momento, podemos estar diciendo, toda la multitud que estamos aquí, '¡Señor, ayuda al Papa!' ".
La otra reseña que lanzó desde el escenario el prelado fue directamente a parar sobre el dulce de leche, que catalogó, en línea con el Papa, como un "tesoro". Monseñor Echevarría contó que en una de las primeras audiencias, un hombre le acercó al Santo Padre un frasco de dulce de leche, y éste lo entregó a uno de sus asistentes: "Cuando se marchaba ese hombre que tenía el dulce de leche, le dijo '¡Cuidado que llevas un tesoro!'. Ahora, cuando coman dulce de leche, tómenlo con el Papa Francisco; háganle agradable la vida, que ya tiene muchos problemas. Y, a la vez, de cuando en cuando, prescindan de un poquito del dulce de leche para ofrecerlo por el Papa. ¡Qué fácil tenemos el ser hermanos entre nosotros y el ser hijos del Santo Padre!".
En otro momento de su exposición, el prelado del Opus Dei se refirió a la familia, y contó la situación de una pareja que mantenía un trato frío cada tarde cuando el marido regresaba al hogar. "¡No hagan eso! -pidió-. ¡Pidan ayuda al Espíritu Santo, a Jesucristo, a nuestro Padre del Cielo! El matrimonio no se ha acabado cuando llevan cinco, seis, siete u ocho años de casados. ¡El matrimonio es siempre nuevo! Por eso, deben renovar cada día ese sí que dijeron cuando les preguntaron en la boda. Digan todos los días '¡Sí, quiero!' ".
Como suele suceder en estos encuentros desde la época de san Josemaría, los presentes tienen la oportunidad de plantearle inquietudes al disertante. Le transmitieron inquietudes sobre la familia, y diversos aspectos de la vida matrimonial y la crianza de los hijos. También recibió preguntas de los jóvenes sobre el sacramento de la reconciliación. Más tarde, unas alumnas de los colegios Buen Consejo (Buenos Aires), El Buen Ayre (Becar), y Crisol (La Plata) le obsequiaron unas rosas y una imagen de la Virgen, mientras que un grupo de muchachos de Villa Madero le regalaron un relieve de san Josemaría.
Mensaje de despedida de la Argentina
Al término de la reunión, monseñor Echevarría mantuvo reuniones con fieles y amigos de la institución a fin de impulsar el mensaje comunicado por el papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud, indicaron desde la oficina de comunicación de la prelatura.
"Después de vivir la JMJ en Río, y viajar a Chile y Uruguay, ha sido una gran alegría llegar a la tierra del Papa Francisco y poder ser un altavoz para sus palabras. El mundo necesita que los cristianos –hombres y mujeres– colaboremos con todos para trabajar por la paz y la solidaridad. Recuerdo con especial emoción la estadía en este querido país de san Josemaría, y me uno a una de las recomendaciones que nos transmitió en el Teatro San Martín: “¡Que los argentinos se quieran! ¡Que no haya nunca odios!, ¡que se comprendan, que sean generosos unos con otros!”, expresó.
Estas palabras -agregó-, dichas de corazón, son una llamada a vivir profundamente el mensaje cristiano de la caridad, a vivir la “cultura del encuentro”, como le gusta decir al Papa, que también nos ha pedido a todos que salgamos de nosotros mismos para comunicar a Jesús, que superemos el materialismo, el consumismo, la comodidad, y nos acerquemos a los más necesitados, para ayudar y para aprender. Dejo este país con la alegría de haber estado en mi hogar; y rezo por la generosidad, por la simpatía de la gente, por su apertura a Dios. ¡Dios les ha regalado muchos dones para hacerlos fructificar en servicio de los demás y del mundo entero!
Monseñor Echevarría retornó hoy a Europa luego de haber visitado el Brasil para acompañar la visita apostólica del papa Francisco y mantener allí un encuentro con los vicarios del Opus Dei que cumplen misiones pastorales en el continente, y de hacer breves visitas a Chile, el Uruguay y la Argentina.
La máxima autoridad de la institución había estado en el país en 1974, acompañando al fundador de la obra; en 1997 realizó un viaje de catequesis, y en 2000 y 2003 compartió otros días motivado por reuniones internacionales con fieles del Opus Dei.+
