Torreciudad quiere ser el santuario de las familias

Tras la conferencia «La familia, el hábitat humano», pronunciada por Javier Vidal-Quadras en calidad de secretario general de IFFD (Federación Internacional para el Desarrollo de la Familia) el rector de Torreciudad, Ángel Lasheras, presentó varios proyectos con el horizonte puesto en la celebración del 50 aniversario del nuevo santuario en 2025. «Somos muy conscientes —afirmó— de que la imagen que se venera es de finales del s. XI y, por lo tanto, formamos parte de una historia milenaria, somos la continuidad de miles de peregrinos que acudieron a rezar y a pedir a Nuestra Señora». Entre los proyectos expuestos, destacan el conseguir hacer de Torreciudad «un santuario para las familias», incrementar los grupos nacionales e internaciones con el impulso de la Ruta Mariana, potenciar la presencia en redes sociales y promover el voluntariado para explicar a los visitantes el santuario y el entorno patrimonial de las comarcas cercanas.

Lasheras pidió y agradeció «la colaboración espiritual y material de tantas personas e instituciones, que son claves para el mantenimiento del santuario y que expresan un gran cariño hacia la Virgen». También afirmó que «Torreciudad lo sacamos entre todos, y por tanto, esperamos sugerencias, propuestas e ideas». En esta línea trabaja la Agrupación de Amigos de Torreciudad, para canalizar la devoción creciente de muchos jóvenes y familias en su deseo de «cuidar de esta casa de la Virgen».

El rector se mostró esperanzado con el final de la pandemia y confiado en recuperar las cifras anteriores de visitantes, con más de doscientas mil personas al año. Lasheras entiende que «los nuevos espacios museográficos de Torreciudad suponen un fuerte atractivo para un turismo nacional creciente», y señaló que este impulso «ya se está notando con claridad, por ejemplo, desde comienzos de diciembre hemos recibido a unas treinta mil personas». Al mismo tiempo, se ha reforzado la información de los recursos más destacados del Alto Aragón para ofrecerlos a las familias.

Apoyo institucional

Entre las autoridades asistentes, figuraron los alcaldes de Barbastro y Secastilla, Fernando Torres y Ángel Vidal, junto a la diputada de la Diputación Provincial de Huesca, María Isabel de Pablo, el alcalde-concejal de Ubiergo, Joaquín Vidal, el senador Antonio Cosculluela, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Huesca, Manuel Rodríguez Chesa, y el empresario Francisco Lalanne. Todos destacaron «la satisfacción de volver a la normalidad presencial» de estas reuniones y el compromiso por parte de las instituciones representadas en la promoción de viajes y peregrinaciones.

Torres habló de los Delegados como «embajadores de Barbastro y de los recursos de toda la provincia», y Ángel Vidal destacó «el compromiso de Ribagorza con el santuario para trabajar codo con codo». La diputada Isabel de Pablo confirmó el apoyo de la Diputación Provincial de Huesca porque «Torreciudad hace territorio con el turismo religioso, con un trabajo que es muy positivo para todos». Para Antonio Cosculluela «estos encuentros son de reflexión e impulso, una gran posibilidad para conocer y divulgar nuestros recursos de patrimonio y cultura». Rodríguez Chesa mostró su satisfacción por «recuperar la presencialidad como paso previo para un trabajo de promoción de nuestros recursos a través de los viajes».

Asamblea y clausura del encuentro

Hoy domingo se ha celebrado la Asamblea General Anual de Socios del Patronato y los Delegados han intercambiado experiencias en el trabajo de promoción de peregrinaciones. El delegado José Belinchón ha asistido con un grupo de 55 malagueños, de la Congregación de San Ciriaco y Santa Paula, patronos de Málaga, que está haciendo la Ruta Mariana combinando el transporte en AVE y autobús. Los peregrinos han pasado dos noches en Barbastro, y Belinchón mostró su confianza en «la recuperación de los viajes en grupo, porque se nota que la gente tiene ganas de salir y de viajar». Al concluir el encuentro, Bodegas Obergo ha tenido un detalle con los Delegados, obsequiando a cada matrimonio con una botella de vino blanco de su propia producción.