Portada
Vaticano
Realidades Eclesiales
Iglesia en España
Iglesia en América
Iglesia resto del mundo
Cultura
Sociedad

·Homilia Dominical
·Hablan los Obispos
·Fe y Razón
·Reflexion en libertad
·Colaboraciones



 
 

 

 

 

 
Apr 2024
MoTuWeThFrSaSu
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30          

   


www
Portada:: Colaboraciones:: La Columna:: El pulso de la Fe: “Columna de fuego”

5 / 5 (1 Votos)

CAMINEO.INFO.-




El pulso de la Fe: “Columna de fuego”

Thu, 28 Apr 2011 07:03:00
 

CAMINEO.INFO.- De las variadas las celebraciones que la Iglesia ha establecido en diversas funciones sagradas, la primordial es la Vigilia pascual; es también la más solemne. Se celebra el Viernes santo por la noche, poco después de la puesta del sol. Es la celebración en la que se reúne el Pueblo en espera del feliz anuncio de la Resurrección de Cristo. Mientras en el interior de la iglesia se aguarda en medio de la oscuridad y en callado silencio, en el atrio se prende un nuevo cirio; es una columna de fuego, el cirio pascual en el que se graba, con un punzón caliente, el año de la celebración.

Conforme el cirio ingresa en silente procesión, el fuego de su luz se distribuye entre los presentes, quienes con velas en sus manos, iluminan el interior del recinto sagrado. Luego el cirio se coloca en el presbiterio y el diácono proclama, con solemnidad, el canto más hermoso y trascendente que he conocido. Es el Pregón pascual que anuncia la Resurrección de Cristo. Lo reproduzco textual:

"Exulten por fin los coros de los ángeles, exulten las jerarquías del Cielo, y por la victoria de Rey tan poderoso que las trompetas anuncien la salvación. Goce también la Tierra, inundada de tanta claridad, y que, radiante con el fulgor del Rey eterno, se sienta libre de la tiniebla que cubría el orbe entero. Alégrese también nuestra madre la Iglesia, revestida de luz tan brillante; resuene este templo con las aclamaciones del Pueblo. En verdad es justo y necesario aclamar, con nuestras voces y con todo el afecto del corazón, a Dios invisible, el Padre todopoderoso, y a su único Hijo, nuestro Señor Jesucristo, porque él ha pagado por nosotros al eterno Padre la deuda de Adán, y derramando su sangre, canceló la deuda del antiguo pecado.

Porque estas son las fiestas de Pascua, en las que se inmola el verdadero Cordero, cuya sangre consagra las puertas de los fieles. Ésta es la noche en que sacaste de Egipto a los israelitas, nuestros padres, y los hiciste pasar a pie el mar Rojo. Esta es la noche en que la columna de fuego esclareció las tinieblas del pecado. Esta es la noche en que, por toda la Tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la Gracia y son agregados a los santos. Esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo.

¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiésemos sido rescatados? ¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo! Necesario fue el pecado de Adán, que ha sido borrado por la muerte de Cristo. ¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor! ¡Qué noche tan dichosa! Sólo ella conoció el momento en que Cristo resucitó de entre los muertos. Ésta es la noche de la que estaba escrito: «Será la noche clara como el día, la noche iluminada por mi gozo.» Y así, esta noche santa ahuyenta los pecados, lava las culpas, devuelve la inocencia a los caídos, la alegría a los tristes, expulsa el odio, trae la concordia, doblega a los poderosos. En esta noche de gracia, acepta, Padre santo, este sacrificio vespertino de alabanza que la santa Iglesia te ofrece por medio de sus ministros en la solemne ofrenda de este cirio, hecho con cera de abejas.

Sabemos ya lo que anuncia esta columna de fuego, ardiendo en llama viva para gloria de Dios. Y aunque distribuye su luz, no mengua al repartirla, porque se alimenta de esta cera fundida, que elaboró la abeja fecunda para hacer esta lámpara preciosa. ¡Qué noche tan dichosa en que se une el Cielo con la Tierra, lo humano y lo divino! Te rogamos, Señor, que este cirio, consagrado a tu nombre, arda sin apagarse para destruir la oscuridad de esta noche, y, como ofrenda agradable, se asocie a las lumbreras del cielo. Que el lucero matinal lo encuentre ardiendo, ese lucero que no conoce ocaso y es Cristo, tu Hijo resucitado, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina glorioso por los siglos de los siglos. Amén."

Al término del Pregón se ilumina la iglesia, se proclaman siete lecturas, se confirman las promesas bautismales y se celebra la Eucaristía. Esta celebración suele durar dos horas, que se pasan volando, porque allí mismo se pasa, de la tristeza por la muerte de Jesús, a la alegría exclamativa por su Resurrección.







Nombre:
Email:
Titulo:
Comentario:




SI QUIERES COLABORAR CON CAMINEO.INFO PULSA DONAR

Preview Chanel Preview Chanel
Camineo.info 2004-2015

PHPCow news publishing script, content management system Review www.camineo.info on alexa.com