José Felipe Fernández López, delegado diocesano de pastoral de juventud de la diócesis de Ciudad Real: “Ahora toca anunciar lo que hemos visto y oído en la JMJ”

CAMINEO.INFO.- José Felipe Fernández López es el delegado diocesano de pastoral de juventud de la diócesis de Ciudad Real y párroco de la parroquia de San Juan bautista de Puertollano. José Felipe ha querido compartir con Análisi Digital su experiencia en la JMJ de Madrid y ha destacado la actitud de cariño y cercanía del Santo Padre a los jóvenes. A sus 35 años, este joven sacerdote tiene muy claro que después de esta emotiva JMJ ”toca anunciar lo que hemos visto y oído”.

-¿Cuál ha sido su experiencia durante los días y meses de preparación a la JMJ, los Días en las Diócesis y la JMJ?

En primer lugar, hay que decir que los DED y la JMJ ha sido un tiempo de gracia. Nuestra diócesis empezó a prepararlo hace dos años presentando a nuestro obispo un proyecto diocesano para dos cursos en el cual el objetivo fundamental era revitalizar la pastoral juvenil en base a la preparación de los DED y la participación en la JMJ. La creación de un voluntariado juvenil diocesano para la preparación de la acogida de los peregrinos que iban a vivir con nosotros unos días supuso un impulso en la pastoral juvenil. No podemos olvidar la visita de la cruz y del icono a nuestra diócesis y como los jóvenes se hicieron responsables de llevarla a todos los rincones de la misma. La vivencia de los DED ha dejado un profunda huella en muchos jóvenes. Por último, la alegría con la que se ha vivido Madrid han sido notas inolvidables para todos nosotros.

Además la repercusión de estos dos últimos cursos queda reflejado en que el nuevo plan diocesano de pastoral de nuestra diócesis toma como una de las acciones prioritarias la pastoral de juventud.

Por todo esto para mí han sido dos años de profundas emociones y de momentos difíciles de olvidar que, al igual que a los jóvenes, a mí me han marcado.

-¿Con qué momento de la JMJ se quedaría? ¿Con qué discurso del Papa?

Es difícil elegir un momento. A nivel de los DED me quedaría con el encuentro diocesano que celebramos en Campo de Criptana el 14 de agosto. La celebración de la Eucaristía en la sierra de los molinos fue una explosión de la Iglesia Universal.

De la JMJ recuerdo con mucha emoción el silencio de la adoración del santísimo en cuatro vientos tras la lluvia y el viento, recordándome el pasaje del profeta que dice que tras pasar el huracán y el fuego se dio cuenta que Dios estaba en la “suave brisa”.

De las palabras de Santo padre en la JMJ aun estoy repasando y orando sus escritos todos de un gran hondura y se los hemos recomendado releer a nuestros jóvenes. Pero quisiera destacar del Papa su actitud de cariño y cercanía a los jóvenes, como un padre. Esto no solo los destaco yo, sino que ha sido la nota que han destacado muchos de nuestros jóvenes.

- ¿Cómo va a enfocar este nuevo curso pastoral en su diócesis después de haber celebrado una JMJ en Madrid? ¿Habrá un antes y un después? ¿Cuáles van a ser las prioridades de la Delegación para los próximos meses?

Creo que hay mucho trabajo, pero a la vez mucha ilusión. Como decía nuestra diócesis inicia este curso un nuevo plan diocesano de pastoral en el que una de sus prioridades es la pastoral juvenil cuyo objetivo fundamental es: “Que los jóvenes transmitan la fe que creen, viven y celebran”.

A la vez en base a este plan diocesano la delegación de juventud ha plantado como objetivos el continuar trabajando con los jóvenes voluntarios de los DED, hay que decir que en nuestra diócesis han sido más de 1000 voluntarios jóvenes en 50 grupos repartidos por toda la diócesis. Estos grupos queremos que sean la base de grupos de jóvenes dedicados a la evangelización de otros jóvenes. Por otro lado, en nuestra diócesis se ha inaugurado este año una sede diocesana de pastoral juvenil llamada “Beato Juan Pablo II”, que quiere ser el referente de otras muchas sedes a nivel parroquial y arciprestal, entendiendo que los jóvenes necesitan su espacio en nuestras parroquias. Por otro lado, la delegación quiere abrirse al trabajo con adolescentes.

Como vemos mucho trabajo, muchos retos, pero siempre abiertos al Espíritu que nos guía.

-”Esta es la juventud del Papa”, cantaban los jóvenes en Madrid. ¿Qué cree que ha supuesto para los jóvenes de su diócesis participar en un evento internacional presidido por el Santo Padre como es la JMJ?

Lo primero es que anima a los jóvenes cristianos a vivir con mayor profundidad su fe. Muchas veces se creen demasiado aislados, como si no hubiera jóvenes que comparten sus mismos ideales. Podemos decir que se han sentido parte de “algo grande”, es decir, han vivido intensas experiencias con jóvenes que sienten en sus vidas la misma necesidad de Cristo, esto les ha impulsado a vivir con mayor fidelidad el Evangelio de Jesucristo.

Por otro lado, les ha abierto la mente a la universalidad de la Iglesia. Una Iglesia que vive entre diferentes culturas, pero que confiesa la misma fe. Poder rezar junto a otros jóvenes en diferentes lenguas ensancha el corazón y hace que comprendamos que aun con diferentes acentos todos hemos sido tocados en el corazón por el mismo Cristo.

Por último, sentirse corresponsables en la misión de la Iglesia. Muchos jóvenes han descubierto que la Evangelización es también tarea suya y de un modo especial la Evangelización de los jóvenes.
- Y después de la JMJ, ¿qué?

Pues ahora toca “anunciar lo que hemos visto y oído”.

Aprovechar este impulso de nuestros jóvenes en una pastoral mucho más misionera y abierta. Acompañar a nuestros jóvenes para que ellos sean el instrumento elegido por Dios para llegar al mundo joven. Vislumbrar las nuevas vocaciones en la Iglesia.

Mucho trabajo, yo creo que más que antes de la JMJ, pero nos acompaña la fuerza del Espíritu, el apoyo del Santo padre, el cuidado de nuestros Obispos. Yo creo que se dan muchos condicionantes para abrir en nuestras diócesis un tiempo nuevo en lo que a pastoral juvenil se refiere.