‘Educar en la Justicia y en la Paz’ es el lema de la XXVII Jornada Diocesana de Enseñanza que se celebrará este sábado, 10 de marzo, en el Auditorio Ángel Herrera Oria (c/ Paseo Juan XXIII, 3-Metro Metropolitano). El Delegado episcopal de Enseñanza, Avelino Revilla, ha hablado de esta Jornada, explicando que el lema del encuentro “está relacionado con el título del mensaje de Benedicto XVI para la celebración de la XLV Jornada Mundial de la Paz celebrada al comienzo de este año, Educar a los jóvenes en la justicia y la Paz”.
¿Qué significa el lema de este año?
Como señala el Sr. Cardenal en la carta que dirige a la comunidad diocesana con motivo de esta Jornada, dicho lema está relacionado con el título del mensaje de Benedicto XVI para la celebración de la XLV Jornada Mundial de la Paz celebrada al comienzo de este año: “Educar a los jóvenes en la justicia y la Paz”. En este mensaje, Benedicto XVI indica que “prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo, no es sólo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad, para la construcción de un futuro de justicia y de paz”. Si es propio de la tarea educativa procurar la formación integral del alumno, desde la Delegación Episcopal de Enseñanza creemos que es fundamental en este momento histórico de cambios y preocupaciones a todos los niveles, en medio de una crisis económica que tiene raíces éticas, aportar claves formativas que ayuden a afrontar estos retos desde criterios regidos por la justicia (que van más allá de los criterios de utilidad) y por la búsqueda de la paz.
¿Con qué novedades cuenta la jornada este año?
El formato de la Jornada es como el de otros años: por la mañana tenemos una ponencia central, que lleva por título el lema de la Jornada: “Educar en la justicia y la paz” impartida por una persona competente, Agustín Domingo Moratalla, profesor titular de Filosofía del Derecho, Moral y Política de la Universidad de Valencia. Está presidida por el Obispo Auxiliar Mons. D. Fidel Herráez, que cierra con sus palabras el acto de la mañana. La novedad está en el acto de la tarde que, en vez de una mesa redonda sobre algún tema de actualidad, como hemos hecho en las últimas jornadas, será un concierto a cargo de un cantautor, Luis Guitarra, conocido en los ambientes cristianos como persona comprometida con su música con todo aquello que tiene que ver con el sentido cristiano de la vida. Tras el recital clausuramos la jornada, como en todas ellas, con la Eucaristía, presidida por el Sr. Cardenal.
¿A quién va dirigida la Jornada?
A toda la comunidad diocesana, pues a ésta no le puede ser ajeno un ámbito tan importante para el desarrollo de la sociedad y para la tarea evangelizadora como el educativo. Pero también es cierto que de forma más explícita es a la comunidad educativa (profesores, padres, alumnos, administración) a la que nos dirigimos.
¿Qué momento cree que atraviesa la educación en estos momentos?
Es un momento difícil porque la situación de crisis que afecta a nuestras sociedades (no sólo económica, aunque ésta es tan visible que sobresale por encima de otras) se deja notar, como no podía ser de otra forma, en el terreno educativo. Benedicto XVI lleva un tiempo hablando de la “emergencia educativa” presente en nuestras sociedades del bienestar. Con este término hace referencia a la dificultad con la que se encuentran hoy los educadores (padres, profesores) para transmitir a las nuevas generaciones los valores fundamentales de la existencia y de un correcto comportamiento.
Por otro lado, en nuestro país el fracaso escolar ronda el 30%, más del doble que el de los países de nuestro entorno. Desgraciadamente la educación sigue siendo objeto de lucha ideológica y partidista y es de los pocos asuntos en los que, tras más de treinta años de normalización democrática, no se ha conseguido el pacto escolar demandado por todas las instancias educativas. Sigue pesando mucho la ideología y no se atiende suficientemente a lo que dicen los resultados de los informes internacionales que tratan de evaluar la calidad de los sistemas educativos. Aunque parece que cada partido que gobierna impone su ley educativa, la realidad es que desde 1990, año en que se promulga la LOGSE, tenemos, aunque con ligeros retoques que no afectan a lo sustancial, la misma estructura del sistema educativo. Sistema educativo que es objeto de muchas críticas por los distintos agentes educativos que intervienen en el mismo y al que una parte importante del profesorado considera responsable de la actual situación de fracaso escolar.
Conviene volver a recordar que la educación no es mera instrucción ni se puede reducir a transmisión de conocimientos. Detrás de toda propuesta educativa hay siempre una determinada antropología y una visión de la vida y de la existencia. Por ello es fundamental afirmar que corresponde a los padres educar a sus hijos en sus convicciones morales y religiosas, tarea en la que se ven ayudados por otras instancias (escuela, administración) pero que en ningún caso pueden arrinconar o suplantar. No es de extrañar que cuando esto último no se tiene claro o se pone en duda surjan conflictos, como los denunciados por tantos padres, por imponer el Estado unos contenidos en la asignatura de Educación para la Ciudadanía que entran en colisión con lo que es su responsabilidad en cuanto educadores de sus hijos. Otro tanto podríamos decir de la asignatura de Religión, que no es un derecho de la Iglesia o de las otras confesiones religiosas, sino de los padres, que quieren que el estudio de la Religión forme parte de la formación integral que el proceso educativo ha de procurar para sus hijos.
¿Qué resaltaría de esta jornada?
Contesto con lo que señala el Sr. Cardenal al comienzo de la carta citada anteriormente:
“Esta Jornada es una ocasión para seguir afianzando vuestra vocación educativa, que debéis ejercer con la responsabilidad propia de los cristianos, al tiempo que una nueva oportunidad para el encuentro en un clima de convivencia y oración de todos los educadores que estáis trabajando a favor de una renovada presencia de la Iglesia, maestra de humanidad, en el campo educativo”.
