Cuento gay “Nicolás tiene dos papás” pretende imponer ideología anti-familia en Chile

"Es un acto contrario al orden de la creación, gravemente discriminatorio con la paternidad natural de un padre y una madre en bien de los hijos. Asimismo, da pruebas de una intolerancia que viola incluso derechos fundamentales garantizados en la Constitución de

Chile y en el Derecho Internacional".

Estos derechos, dijo el sacerdote, tienen que ver con "el bien espiritual de la familia (art 1) y los derechos esenciales que emanan de la naturaleza no están sujetos a restricción (art 5). Y todo hijo/a tiene derecho a un padre y una madre. Lo demás no es conforme al orden de la Creación".

El P. Astaburuaga recalcó que éste es un ataque directo a los niños en su primera infancia donde se pretende que las conductas homosexuales queden legitimadas. "Y esto es un grave error. Se puede acompañar, respetar y acoger a personas homosexuales, pero entendiendo que los actos homosexuales son moralmente ilícitos. Y no se les puede enseñar a los niños violando, asimismo, el derecho preferente de los padres a velar por la educación de sus hijos".

Consultado sobre la manera en que estos cambios culturales pueden afectar a las familias y a la educación que los padres quieran dar libremente a sus hijos, dijo que a través de textos como este "se quiere trastocar el orden cultural imponiendo la nefasta ideología de género. De este modo se puede dar lugar a cualquier tipo de aberración en contra de los niños".

"El derecho superior de los niños queda violado y reducido a cenizas. La ideología de género es perversa y anti-natural porque niega lo que la naturaleza nos regala y que cualquier ser humano puede comprender con el sentido común".

En cuanto al acompañamiento pastoral que se debe dar a los homosexuales, el sacerdote aclara que se debe escuchar siempre con caridad en la verdad sus problemas para ayudarlos a superar cada uno de estos.

"La psicología y la psiquiatría como ciencias auxiliares de la fe permiten un acompañamiento riguroso y científico, además del espiritual para que se puedan integrar normalmente en la sociedad. Integración que no puede significar cualquier cosa, menos el plantear el modelo homosexual como normal, pues no lo es y no lo será nunca. La naturaleza se revela cuando la violentan", destacó.

Respecto a cómo los padres pueden abordar este tenm con los hijos, el Padre Astaburuaga sugiere fortalecer la estructura familiar, con un diálogo constante y profundo con los hijos, mostrándoles la riqueza del amor de los esposos.

Es importante enseñarles "con el testimonio que el amor entre un hombre y una mujer, abiertos a la vida, es lo normal. Y no tener miedo a hablar con la verdad, pues no podemos dejarnos avasallar por una equivoca comprensión de la tolerancia y que al final resulta ser un ataque frontal a la familia natural".

"La intolerancia de imponer proyectos e imágenes de paternidad y maternidad contrarias a la Creación es la prueba irrefutable de la discriminación arbitraria que promueven los colectivos homosexuales a nivel mundial".

El experto sacerdote concluyó que "como cristianos tenemos que desenmascarar la cultura del descarte que tales iniciativas llevan implícitas. Así, los intelectuales y políticos cristianos y católicos deben estar a la altura de las circunstancias y no dejar el campo libre para que ideologías nefastas destruyan la familia fortalecida en el matrimonio de un hombre y una mujer".