Ser varón o mujer está inscrito en el ADN, asegura experto

Luis Jensen, médico miembro del Instituto de las Familias de Schoenstatt y del Centro de Bioética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señaló que la homosexualidad “jamás va a permitir el desarrollo pleno de la satisfacción de la complementariedad”.

El pasado 10 de diciembre, se presentó en Chile un proyecto de ley de “Matrimonio Igualitario”, que busca modificar la Ley de Matrimonio actual para permitir las uniones homosexuales.

El proyecto de ley ha sido ideado y redactado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), el mismo que creó el cuento “Nicolás tiene dos papás”.

En declaraciones para ACI Prensa, Jensen indicó que “si yo creo que al final en la naturaleza todo tiene el mismo valor entonces la persona desaparece, porque la persona es lo más extraordinario, es distinta, es otra entidad al resto de las cosas naturales”.

“El ser varón y mujer, que son las dos formas de ser persona, tiene una razón de ser, un por qué, un para qué, está en el ADN inscrito. Si tú te lo saltas, te estás saltando algo que no es electivo sino constitutivo”, afirmó.

Luis Jensen explicó que “la persona que realmente necesita se mueve a buscar al otro y se enriquece con el otro. Y en esa relación, descubre que también el otro tiene necesidades. Y para hacerlo feliz, que es la esencia del amor, saca lo más propio de sí como don, como regalo al otro. Esa es la dinámica del amor, la dinámica del don, de la gratuidad”.

Sin embargo, advirtió el experto, las relaciones que se establecen hoy “no tienen como base la complementariedad”.

Jensen sostiene que “estas relaciones (homosexuales) se quedan en la reciprocidad: en que yo te doy y tú me das, que es más bien un intercambio comercial, funcional, estructural, pero no de la naturaleza de la persona. ¿Dónde está la gratuidad? Ya no es la dinámica del amor sino la dinámica de la organización, del intercambio, de la comercialización”.

Para el médico, la polaridad hombre-mujer tiene su causa en la “unidad del varón y la mujer por cuanto son capaces de complementarse en todos los campos”.

“Eso no se va a dar jamás en la homosexualidad por mucha imitación que hagan, por mucha intención, buena voluntad o amor personal que tengan, no se da. Por eso mismo, creo que hoy se quiere sacar el concepto de la complementariedad del vocabulario y quedarse con el de la reciprocidad”.

Para Jensen, actualmente se busca “reducir el tema de lo esencial del ser humano a roles: Hay un rol femenino y un rol masculino, un rol paternal y un rol maternal, y ya no se responde a lo que es la naturaleza masculina y femenina”.

“Se ha tomado el mundo social como referencia y no el mundo personal”, criticó, denunciando que ahora “los modelos se construyen en base a cómo se ha organizado socialmente el hombre y no en base a lo que es el hombre”.