La Casa Blanca, lista para subvencionar abortos en el extranjero

La modificación no ha sido introducida aun ya que el gobierno está intentando resolver cuál es el mejor modo de llevar a cabo lo que podría ser un cambio polémico de la ley estadounidense que ha estado vigente por casi medio siglo.

La Enmienda Helms, promulgada en 1973, prohíbe que la ayuda estadounidense al exterior subvencione abortos o motive a alguien a que los practique. El tema actual se centra en las violaciones en situaciones de conflicto. Los defensores del aborto reclaman que el derecho internacional humanitario exige el derecho al aborto en situaciones de conflicto o de desastre incluso en países donde el aborto es ilegal.

La presión por esta clase de modificación proviene de fuera del gobierno, pero sin duda encuentra oídos favorables en una administración que ha trabajado intensamente para promover el derecho al aborto a través de la ONU.

Una coalición de defensores izquierdistas del aborto, entre los que se encuentra Frances Kissling, quien dirigió durante mucho tiempo la agrupación «Catholics» for a Free Choice, hizo pública esta semana una carta que pide que el presidente Obama haga uso de su «autoridad ejecutiva» para abolir la Enmienda Helms. Afirman: «es inaceptable (de hecho, inmoral) que nuestra nación siga aplicando la Enmienda Helms de manera incorrecta». La agrupación manifiesta claramente que apoya la eliminación completa de la Enmienda Helms, y que, como mínimo, se establezca en la ley vigente una excepción en casos de violación, incesto y riesgo para la salud.  

C-Fam, que edita Friday Fax, entregó un memorándum a los miembros del Congreso la semana pasada en el que explica por qué la anulación de incluso una parte de la Enmienda Helms constituye una peligrosa idea.

El informe señala que los abortos en situaciones de conflicto antihigiénicas expondría a la madre a mayores riesgos para la salud, y que el financiamiento del aborto desviará fondos en gran medida necesarios para otras áreas más acuciantes que incluyen la atención médica básica.

El comunicado de C-Fam también explica: «el derecho internacional humanitario no establece el derecho al aborto en casos de violación en situaciones de conflicto». Los defensores del aborto señalan resoluciones recientes del Consejo de Seguridad que mencionan que «los servicios de salud sexuales y reproductivos» han establecido el derecho al aborto en casos de violación. El memorándum indica que la frase «servicios de salud sexuales y reproductivos» jamás fue definida en un documento vinculante de la ONU como inclusiva del aborto.

El comunicado advierte que si se concede una excepción por violación a la prohibición del financiamiento del aborto se estigmatizará aún más y, por ende, se perjudicará, a los niños nacidos producto de violaciones, quienes ya son vulnerables.

Lo que preocupa a C-Fam es que la modificación de la Enmienda Helms discrimine a «las organizaciones de ayuda religiosas, que no perpetrarán abortos». De hecho, a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, organización que actúa en representación de la Iglesia Católica en ese país, «se le negó la renovación del subsidio para el programa antitráfico, pese a ser un gran cesionario, porque no ofrece el aborto».

Resulta poco claro en este momento si los grupos de ayuda de carácter religioso saben del inminente cambio. Se dice que World Vision, agrupación cristiana con sede en Estados Unidos que destina miles de millones de dólares en apoyo a los pobres en el extranjero, probablemente no respaldaría una modificación de estas características. Se dice que InterAction y Accord, alianzas de agrupaciones de ayuda, tienen influencia en la toma de decisiones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y del Departamento de Estado, donde esta clase de cambios casi seguramente se está debatiendo. No está claro si estas agrupaciones están enteradas de la modificación o si, de lo contrario, han dado a conocer su postura.

La excepción en caso de violación ya se permite en el financiamiento interno de los Estados Unidos pero como lo indicó un experto a Friday Fax: «En los Estados Unidos puede haber controles. Métase en regiones en conflicto y no hay controles. Esto abriría las compuertas al financiamiento estadounidense del aborto por cualquier motivo y no solo por violación»