Demoliendo España

Al comenzar esta temporada me había propuesto tratar temas que fueran de general interés y ello, porque ya pesa sobre nuestro ánimo la angustia de una España con muy negros horizontes, noincidir sobre aquellos problemas que puedan aumentar nuestra zozobra por un futuro que, por muy animosos que queramos ser, no logramos atisbar.

Pero es que cada día tenemos conocimiento de un escándalo diferente, que si uno es inquietante, el siguiente es de auténtica inmoralidad y el que le sigue, no se puede llegar a comprender si no es porque esté inducido por un premeditado deseo de destruir el país. El caso es que uno ya no sabe que fuego es más grave ni a cual acudir.

Sin embargo, meditando sobre que tema es el que podría abordar hoy, me he tropezado con tantos y tan graves problemas puntuales, que tras sentirme incapaz de saber cual podría ser el de mayor interés, he llegado a la conclusión de que los españoles no podemos ni debemos dar la espalda a las continuas y chulescas provocaciones de los nacionalistas catalanes; al indigno apoyo de un vicepresidente del Gobierno español a estas provocaciones; a que el mayor pirómano español, se nos presente ahora como aspirante a jefe de bomberos y además diciéndonos que él tiene la solución para evitar en el futuro incendios como los que él mismo ha provocado o a la postura de aquellas organizaciones que dicen representar la defensa de los trabajadores y han estado calladas mientras se llegaba a la inimaginable cifra de cinco millones de parados en España, y ahora tengan la indecencia de alzar la voz en defensa de los derechos sociales y laborales de los profesores públicos, porque por necesidades de los ajustes económicos que nos son imperativos para salir del hoyo en el que nos han sumido los mismos que ahora dicen defenderlos, se les pida que hagan un esfuerzo supletorio compensado, sin superar las horas lectivas que por Ley deberían cumplir. Y alzan la voz aquellos que interesadamente callaron cuando el Gobierno que lleva siete años desgobernándonos, les rebajó sus sueldos, en vez de suprimir el despilfarro económico que nos ha llevado al borde del precipicio económico y social.

Creo que pocos serán los que ignoren que, con motivo de la celebración de la Díada en Cataluña, se quemaron dos banderas españolas y el retrato del Rey, ante la pasividad de las autoridades nacionalistas y socialistas y la de las fuerzas de orden público. Este es un hecho al que ya nos hemos acostumbrado cada año, pero que no por ello deja de tener suma gravedad. No conozco ningún país en el que se lleven a cabo acciones semejantes y sienta menos afecto y respeto por sus símbolos, que España.

Ante la persecución de que el idioma español está siendo objeto en Cataluña, la ministra española de defensa, catalanista ella, en alusiones a la sentencia que les obligaba a incluir el español en la enseñanza en forma igualitaria al catalán, manifestó que: "…la capacidad legislativa no es de los tribunales, sino del parlamento y en este país ha existido y seguirá existiendo un amplio consenso en relación a un sistema de inmersión lingüística que ha sido una de las grandes conquistas de Cataluña"

Es decir: que según la ministra de defensa; la ministra que representa a nuestras fuerzas armadas que según la Constitución "tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional"; la ministra que aspiraba a ser Presidenta del Gobierno Español, los jueces deben estar subordinados al Parlamento Cataláncomo única fuente de Derecho y de Ley.

Como me recuerdan estas manifestaciones a las que se hicieron en el Reichstag, el parlamento alemán, en la época nazi de Hitler.

Como guinda del pastel y haciendo gala de una provocación chulesca sin precedentes, el Presidente de la Generalidad de Cataluña, se fue a Madrid a decir: "Estamos cansados; hay un proyecto propio de país… quizás erramos al apoyar la Constitución de 1978".

Y por si todo esto no constituyese suficiente agravio para el resto del pueblo español y por consiguiente la siembra de la semilla de la confrontación social, el Parlamento español, desafiando lo ya sentenciado por los máximos tribunales de Justicia, incluido el de Cataluña, con el partido socialista a la cabeza como grupo mayoritario, vota a favor una enmienda transacional que insta al Gobierno Español a "defender el modelo lingüístico vigente en el sistema educativo catalán".

La ausencia de respeto a la Ley crea en el ciudadano español y en él entorno internacional, una grave preocupación fundamentada en la inseguridad y la falta de solvencia política y económica, hasta el punto de haber calificado Obama a España, junto con Italia, el problema más grave que tiene planteado la Unión Europea.

Por si todo esto no fuese ya de por sí más que suficiente, el PP ha denunciado un sistema de sobresueldos en la Diputación de Granada durante la anterior legislatura, por medio del cual los diputados con dedicación exclusiva del PSOE e IU cobraban entre 40 y 90 euros por ir a trabajar o por asistir a reuniones en su propio despacho; asistir a exposiciones, festivales, inauguraciones e incluso cenas y que ha costado al erario público en los últimos cuatro años, la friolera de casi 38 millones de las antiguas pesetas entre dietas y locomoción.

Los diputados provinciales de Granada cobraban incluso –agregó el secretario general del Partido Popular andaluz—por asistir a reuniones en los ayuntamientos de los que eran concejales o a los plenos de esos consistorios, por lo que percibían dietas de su ayuntamiento y dietas de la Diputación de Granada.

Mientras miles de familias se han visto arruinadas porque solo habéis pensado en llenaros los bolsillos en vez de trabajar para quienes decís defender y servir;mientras habéis destruido el tejido empresarial de España; mientras habéis arruinado las posibilidades de futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos, los políticos os dedicabais a vivir a cuerpo de rey a costa de nuestro dinero. Os dedicabais a atracarnos subiendo tasas e impuestos, para cometer vuestras golferías políticas.

Sois tan ruines, que sin creer, participabais en las procesiones y actos religiosos con el solo fin de cobrar las dietas.

Unos y otros, los azules y los coloraos, los moros y cristianos; los marrajos y californios, sois una cuadrilla de golfos analfabetos y demagogos.

Y me refiero a todos cuantos habéis tenido en vuestras infames manos el destino de nuestras vidas en los últimos treinta años.

Todos, por incompetencia, desvergüenza, egoísmo y cobardía, sois culpables de que España sea hoy el hazmerreír del mundo.

Pero lo que más me subleva es vuestra prepotente chulería, vuestra permanente obstinación y vuestro miserable menosprecio de la inteligencia de todos nosotros: los que os hemos votado y los que no os queremos ver ni en pintura.

Cuantas matanzas y destrucción; cuanta miseria y desdicha han causado a la humanidad los visionarios, los fanáticos, los iluminados, los resentidos y todos aquellos que han pretendido cambiar el curso de la historia.

Cuando tenía pocos años contemplé fascinado todo el proceso de demolición de un edificio contiguo al que yo habitaba. En aquella época las herramientas de que disponían los trabajadores de la construcción, no iban mucho más allá de pico y pala.La labor era laboriosa porque además había que aprovechar los materiales que se desmantelaban. Reciclarlos que se dice ahora. Mientras unos retiraban las tejas, otros desmontaban ladrillo a ladrillo los tabiques, otros las solerías y así con cada uno de los elementos del edificio. El caso es que según pasaban los días, podía comprobarse —con un cierto sentimiento de tristeza— podía apreciarse como iba desapareciendo lo que fue hasta convertirse en un arenal de escombros irrecuperables.

Cuanto me recuerdan estas imágenes a lo que algunos de nuestros políticos, llevan treinta años haciendo con España.

¡Dios mío! Unos y otros, ¡Que miedo me dais!