La otra crisis: Privilegios funcionariales

CAMINEO.INFO.-Trabajaba de sol a sol y llegaba agotado a casa noche tras noche, con los bolsillos vacíos, la moral por los suelos, la casa por pagar y sin posibilidad alguna de irse con su mujer de vacaciones ni un solo día del año. Y ahí siguió, hasta que un buen día cayó en la cuenta de lo afortunado que era, de la suerte que tenía al tener un sencillo trabajo, el que su padre montó siendo joven, que alegraba la vida a sus conciudadanos y una familia que le quería con locura. Y ahí siguió, hasta el final de sus días, trabajando de sol a sol.
Trabajaba con el sol y llegaba a casa mucho antes de caer la noche, con la paga asegurada de por vida, la moral por los suelos, los pisos pagados y pensando dónde iban a viajar cuando llegaran las vacaciones de Navidad, de Pascua y también las veraniegas. Y ahí siguió, cada día más quemado, incapaz de comprender que por culpa de la crisis iban a disponer a la fuerza de menos medios personales y materiales en todos los centros escolares. Y ahí siguió, quejándose hasta la llegada de una jubilación que no pudo ser anticipada, pensando en los viajes del Inserso y sin dejar de criticar a los trabajadores del sector privado que tan bien se lo montan.