La otra crisis: ¿Aborto o asesinato?

CAMINEO.INFO.-Vivimos inmersos en un relativismo impuesto por unos pocos y consentido por la ignorancia de la mayoría. Un relativismo que niega la existencia de la verdad; cada uno puede tener la suya; y que es venerado por los progresistas de nuevo cuño como el abanderado de la libertad.
Y ahí andamos, perdidos del todo, lamentando la pérdida del bebé que fue arrancado de las entrañas de su madre por los médicos del SAMUR. Lo libraron de una muerte segura e inminente con la esperanza de que algún día llorara a esa mujer que lo llevó en su seno durante cuarenta semanas y que jamás pudo darle un abrazo.
Lloramos la terrible muerte de la madre asesinada y ahora también la de su pequeño, que no ha podido superar las graves secuelas sufridas durante el parto por cesárea. Y ahí andamos, perdidos del todo, rebuscando en el cajón desastre del relativismo sin encontrar una explicación que nos haga ver en qué se diferencia este bebé prematuro, muerto en una incubadora, de los otros, de esos que murieron de forma prematura y premeditada en el seno materno a manos de unos que se autoproclaman “médicos”.
Ahí andamos perdidos, mientras la verdad llama cada día a nuestra puerta sin poder entrar porque no se lo permitimos. Sí, porque sabemos que si accedemos a ello tendremos que cambiar muchas cosas, la vida entera, y dejar a un lado nuestra indiferencia, nuestros caprichos, nuestras traiciones y esa tibieza que produce vómito a las personas de buena voluntad que todavía habitan en este mundo. Así nos irá mientras no nos decidamos a cambiar. De nosotros depende.