Afirman que su intención es sacarnos de la crisis a toda costa y que por eso han de tomar medidas que incentiven el consumo y reactiven la economía. Y es que, cuando hablamos de dinero y de rédito político, desaparece en nuestros gobernantes su afiliación de izquierdas, de centro o de derechas.
Estos nuevos gurús de la economía propusieron que aquí en Valencia la festividad de San José cayera siempre en fin de semana. O sea, que la fiesta de las Fallas; “mascletà”, pasacalles, ofrenda a la Virgen, castillos de fuegos artificiales, “la nit de la cremà”…; tuviera la posibilidad de recibir el mayor número de turistas posible. Pero resulta que estos “sabelotodo” olvidan, o quieren ignorar, que los valencianos no celebramos a San José para contentar y atraer visitantes, sino porque nos nace de dentro honrar a este santo varón y a su santa esposa, la “Mare de Déu”, porque nos da la real gana pasar unos días de fiesta repletos de música, pólvora, flores y fuego. Y es que los valencianos, pese a la crisis, somos, y queremos ser, los protagonistas de una fiesta que es la admiración del mundo entero. Olvidan que ese atractivo turístico no es nuestra única y principal motivación. ¡Faltaría más!
Afirman que su intención es sacarnos de la crisis y por eso no se sonrojan lo más mínimo cuando convierten en laboral el día de la festividad de San José, el Día del Padre. Sin pretenderlo, o sí, están haciendo realidad el sueño de los laicistas: Que desaparezcan del calendario, o cambien de denominación, todas las festividades religiosas. Y es que, cuando hablamos de dinero y de rédito político, desaparece en nuestros gobernantes su afiliación de izquierdas, de centro o de derechas. Y si no que se lo digan al Partido Popular que gobierna la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. ¡Menuda vergüenza torera!
Visto lo visto, no nos queda otra que manifestar nuestra disconformidad y dejar claro a nuestra clase política que no les está permitido hacer lo que les venga en gana, que los votos recibidos no dan legitimidad para cambiar la historia y la realidad social de su pueblo, que si no se les ocurre otra forma de sacarnos de la crisis, será porque no sirven o no están preparados para ello, que para servir… ¡hay que servir! ¡Ahí queda eso!
