La otra crisis: Contradicciones progresistas

Uno se sorprende al contemplar cómo los autoproclamados "progresistas" caen una y otra vez en graves contradicciones. Unas contradicciones que, en toda lógica, deberían desmontar sus postulados y plantearles un posible cambio ideológico. Pero no, ahí siguen sin desfallecer y todo porque, ojalá solo fuera eso, la ignorancia es muy atrevida.

Ahí tenemos, por ejemplo, su defensa legal e incondicional de los animales en peligro de extinción desde el mismo momento de su concepción, ya sea en el interior de las hembras o de un huevo con cáscara, y su apoyo inexplicable del aborto en el caso de los seres humanos. Sostienen que es solo la madre la que tiene el derecho a decidir, despojando al feto humano de un derecho que otorgan a las demás especies animales.

Ahí tenemos la imposición obligatoria de su "laica ideología" en los centros educativos con la "Educación para la ciudadanía" y, al mismo tiempo, el deseo totalitario de relegar la "religiosa ideología"; para ellos la religión es una ideología más, como ciertamente es su laicismo; al ámbito privado, fuera de las escuelas, fiestas y manifestaciones culturales.

Y seguimos con la invención de otro derecho, el de casarse y de optar a la adopción por parte de parejas de homosexuales, y la promulgación de esa ley llamada "divorcio exprés" que ha herido de muerte a la institución matrimonial y que, lo quieran reconocer o no, es una de las causas de la violencia que se da hoy en día en los hogares españoles.

Y así podríamos seguir con la memoria histórica, la ideología de género, la educación estatal, la monarquía parlamentaria, el patriotismo, la lengua "castellana" y las cooficiales… Pero bien, al mal tiempo buena cara y ahí debemos seguir, con el empeño firme de que todos, progresistas o no, saquemos el propósito de formarnos con responsabilidad y que, una vez nos encontremos con ella, nos dejemos conmover por la verdad. ¿No creen?