Los autodenominados “progresistas” lo tienen más que claro: La caída de la natalidad en España se debe a la crisis económica que sufrimos y, más en concreto, a la emigración de las personas en edad fértil. Los “progresistas” nos aclaran que nuestros jóvenes, los que según dicen más hijos podrían tener, están emigrando en busca de una oportunidad laboral al no encontrar trabajo en nuestro país. Por esa regla de tres, la natalidad estará en auge en los países de acogida: Francia, Alemania, Inglaterra… ¡Menuda suerte la suya!
Pues nada, si nos atenemos a la certeza “progresista”, nuestro Gobierno tendrá que legislar en contra de la emigración juvenil si desea que en España nazcan más niños y se asegure el relevo generacional y el pago de las pensiones futuras. Menos mal que contamos con ellos para dan con el quid de la cuestión. Si no fuera por sus aclaraciones, los españoles de a pie pensaríamos que la caída de la natalidad se debía sobre todo a los más de cien mil abortos que se practican cada año en España. Pero claro, afirmar que uno de cada cinco embarazos termina en aborto debe ser “regresista”, un tabú en este supuesto estado del bienestar. ¿No creen?