La otra crisis: ¡No podemos!

Pablo Iglesias y sus simpatizantes han recibido con optimismo los resultados de la última encuesta del Centro de Estudios Sociológicos sobre la intención de voto de los españoles. Sin beberlo ni comerlo se han convertido en la tercera fuerza política y han hecho saltar todas las alarmas de los dos grandes partidos que se creían intocables. Algunos piensan que “Podemos” ha llegado para quedarse y que, por eso mismo, están ya preparando una estructura interna con decenas de miles de afiliados.

Con toda seguridad; si no logramos evitarlo reactivando nuestro sentido común; “Podemos” tendrá en sus manos la llave del futuro Gobierno en las próximas elecciones generales. Y es por eso que “podrá” exigir, si algunos otros partidos necesitan de su apoyo para gobernar, que sus propuestas electorales se transformen en leyes legítimas. Y así lograr, tal y como pasó en la época de Felipe González y Alfonso Guerra, que a España no la reconozca ni la madre que la parió.

“Podemos” traerá aire fresco a nuestra maltrecha democracia con leyes innovadoras jamás propuestas y aún menos aprobadas. Así es, pues decretarán una ley del aborto libre; bueno, la actual también lo es; otra sobre el matrimonio y adopción homosexual; esa creo que también está; una más de ideología de género, del divorcio exprés, u otra ley de educación que ponga en un brete a la religión y a los colegios privados concertados y ensalce la diversidad sexual dándole rango curricular…

Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Pues gracias a “Podemos” el Estado pasará a desempeñar el papel que se merece: El de Papá Supremo; por ser anterior a la persona y a la misma familia… ¿? Y así todo deberá recibir el visto bueno del Gobierno, pasar por el filtro de la nacionalización: los medios de comunicación, la sanidad, la educación, las pequeñas, medianas y grandes empresas, el patrimonio familiar y hasta la duración de la vida de nuestros costosos jubilados; que para eso está ya inventada y aprobada en otros países la eutanasia.

Pues por esto, y por mucho más que iremos descubriendo en tiempos venideros, los españoles “no podemos” dejarnos encandilar por este “Podemos” que tan solo trata de sacar rédito político de una crisis que no es económica, y que, a buen seguro si llegan al poder, se agravará hasta límites insospechados. Ahí queda eso.