Portada
Vaticano
Realidades Eclesiales
Iglesia en España
Iglesia en América
Iglesia resto del mundo
Cultura
Sociedad

·Homilia Dominical
·Hablan los Obispos
·Fe y Razón
·Reflexion en libertad
·Colaboraciones



 
 

 

 

 

 
Apr 2024
MoTuWeThFrSaSu
1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25 26 27 28
29 30          

   


www
Portada:: Reflexión en libertad:: Diego Quiñones Estévez:: El oportunista recurso socialista al federalismo anacrónico y guerracivilista.

5 / 5 (2 Votos)




El oportunista recurso socialista al federalismo anacrónico y guerracivilista.

Tue, 09 Oct 2012 07:01:00
 

Como ya es hábito lacerante por España, en estos tiempos de crisis de la fracasada sociedad de bienestar materialista, los ideólogos de la partidocracia de izquierda, para contentar a los ideócratas del nacionalismo secesionista, se dedican a la lanzar peligrosas reivindicaciones fracasadas en España y Europa en tiempos ya pasados, como la de un federalismo anacrónico y separatista.

Desde el Siglo XIX, y durante buena parte del Siglo XX, primero el liberalismo revolucionario y luego el socialismo y el comunismo, igualmente revolucionarios, se emplearon a fondo, ante sus incapacidades y barbaridades políticas y sociales, en embotar a España e incluso la Península Ibérica, con un ficticio federal Estado de Iberia, algo que resultó y es inviable en España, debido a su peculiar identidad histórica fundamentada en la Monarquía, y a los conflictos y las guerras civiles que provocó y puede provocar.

A la sociedad española, tanto las partidocracias de izquierda y derecha, como no digamos ya, los nacionalismos secesionistas, se la ha condenado a la ignorancia, al desconocimiento de cuáles son las virtudes y los defectos de nuestra Historia, y por supuesto de la Constitución Española de 1978, que, dice en su Art. 145.1:

1. En ningún caso se admitirá la federación de Comunidades Autónomas.

Las autonomías, no se pueden transformar en estados federados o confederados, como también se advertía en la unicameral, utópica, jacobina, masónica y anticatólica Constitución de la II República (1931-1936), que imitaba la Constitución alemana de la República de Weimar (1919), cuando definía a España como una República de trabajadores, y abría la puerta a las autonomías, pero no a los estados federales.

Resulta absurdo, anacrónico y demencial, que, en el Siglo XXI, el socialismo y los nacionalismos separatistas, vuelvan a la esquizofrenia de un federalismo izquierdista, de un estado confederado socialista, que, también fracasó en el siglo XX en la Europa dominada por el socialismo y el comunismo de la U.R.S.S., un fracaso de setenta y cinco años de violación de los Derechos Humanos, de las libertades fundamentales por la totalitaria dictadura soviética del proletariado.

En España, el recurso ideológico el federalismo, ha sido siempre un recurso oportunista para evadirse de los gravísimos problemas reales a resolver. Con este recurso oportunista de los ideólogos ineptos, utilizado en los siglos XIX y XX por el liberalismo, el socialismo y el comunismo, y ahora, en el siglo XXI, de nuevo, por el socialismo y los nacionalismos independentistas, se busca, otra vez, la destrucción de la unidad, la soberanía y la identidad histórica de España, que es única Patria, única Nación y único Estado.

Este federalismo anacrónico, separatista y asimétrico, insolidario, caótico y guerracivilista, ha resurgido de las mortuorias cenizas del pasado como consecuencia de los pactos y los consensos sediciosos y traicioneros por parte de las dos partidocracias imperantes en España con los artificiosos nacionalismos secesionistas vasco-etarra y catalanista. No ha sido neutralizado, porque también las partitocracias y los nacionalismos independentistas, han hecho imposible que nuestras instituciones democráticas y constitucionales fueran libres, participativas y representativas, como debe ser en toda democracia constitucional asentada. Los nacionalismos secesionistas vasco-etarra y catalanista, si suman a este anacrónico federalismo asimétrico, o a cualquier otra pantomima de federalismo, no es porque crean en ellos, sino que lo emplearían como el paso definitivo para lograr la independencia completa de sus naciones ficticias y estados autocráticos.

Ni en el siglo XIX, ni en el siglo XX, ni tampoco en este siglo XXI, este federalismo asimétrico, separatista y guerracivilista del socialismo moribundo y de los nacionalismos carroñeros, no se parece en nada al verdadero federalismo nacido y desarrollado en las democracias constitucionales, participativas y representativas por los gobiernos representativos federales de algunas naciones de Europa como Suiza o Alemania, y no digamos ya de los Estados Unidos en América del Norte.

En estas naciones, más en concreto en Estados Unidos, el Gobierno de la Unión americana, es parte real, consustancial y determinante en cada uno de los estados federados, los cuales están sometidos a límites constitucionales a la hora de promulgar leyes las autoridades, las cuales han de cumplir con las leyes fundamentales para el bien común de Estados Unidos, dictadas por el Gobierno de la Unión. En todos los estados federados el Gobierno de la Unión tiene sus propios funcionarios, sus propios tribunales que se encargan de que se cumplan las leyes. Los gobiernos de cada estado federal, tienen que cumplir las disposiciones de la autoridad del Gobierno federal de acuerdo con la Constitución, que es la otorga el poder constitucional y lo hace efectivo por medio de los tribunales de justicia y las instituciones del Estado federal.

De este modo es cómo se organiza y se mantiene un estado federal poderoso, una Federación de Estados corresponsable, que impide conflictos, guerras, separatismos, insolidaridades, que impide los privilegios de un estado o varios estados prepotentes sobre los más débiles.

El anacrónico, separatista, caótico y guerracivilista federalismo asimétrico de la izquierda fracasada y los nacionalismos independentistas, pretende una falsa unión entre estados y gobiernos autocráticos a partir de un precario pacto o consenso anticonstitucional, precario por estar atado a las eventualidades de cada estado o gobierno confederado, que nada más obedecerían a sus exigencias particulares.

_________________________

[1] Stuart Mill, Jhon, “De los gobiernos representativos federales”, en Del Gobierno representativo, Editorial Tecnos, Madrid 1985, ps.188-197, C. XVII.







Nombre:
Email:
Titulo:
Comentario:




SI QUIERES COLABORAR CON CAMINEO.INFO PULSA DONAR

Preview Chanel Preview Chanel
Camineo.info 2004-2015

PHPCow news publishing script, content management system Review www.camineo.info on alexa.com