Dejar la
propia tierra si ésta no ofrece ilusión para vivir
Cuando una multitud de personas
emigra de su propio país a otro diferente es probable que sea porque sus vidas
resultan totalmente insatisfactorias y esperan que en el país al que se dirigen
van a mejorar. La insatisfacción que sienten en su propia tierra puede deberse
a falta de trabajo, de oportunidades, de alimentos, de libertades. Pueden
sentirse esclavizados, perseguidos, discriminados y están dispuestos a
arrostrar cualquier peligro por salir de su deplorable situación.
A mi entender, por tanto, en toda
emigración tenemos un país en el que no se puede vivir y otro en el que se
espera mejorar de condición, conseguir trabajo, vivienda y prestaciones que no
tienen en el suyo. Puede haber países tan pobres que no producen ni siquiera
una mínima cantidad de alimentos, como algunos de África que no consiguen salir
de su atraso secular. También hay otros en los que la riqueza es acaparada por
minorías que explotan y condenan al hambre a toda o parte de su población.
Pero es curioso que se tienda con la mayor facilidad a enjuiciar con
rigor a los gobernantes de los países receptores de las emigraciones, pero no
se aplique el mismo rigor a los gobernantes de los países de los que buscan
escapar los emigrantes.
Comprendo que existen naciones
compuestas de etnias diferentes en lucha permanente, resultado de una
colonización rapaz y de una aun más rapaz descolonización, quizás sean, por
ejemplo, los del África subsahariana que
tratan de forzar las vallas españolas.
Menos comprensible es que viejas
naciones con siglos de convivencia de una pluralidad de confesiones cristianas
y musulmanas, se encuentren en luchas despiadadas y estén exportando a
occidente gentes que huyen de la guerra y terroristas dispuestos a morir
matando, por causas y razones que no entiendo, sin que la ONU sea capaz, alguna vez, de poner paz o controlar
las armas.
¿Es acaso Méjico un país pobre y
desértico? Supongo que la larga dictadura del PRI haya causado un retraso
económico notable pero ¿no hay gobernantes capaces de poner en marcha planes de
desarrollo que ilusionen a la gente para hacer un país en condiciones, sin
violencia, sin carteles de droga, con salarios decentes?
¿Y Cuba? La revolución comunista no
parece haber conseguido ningún paraíso para todos los cubanos y no solo para el
aparato gobernante.
Los hispanos que emigraron a los
Estados Unidos seguramente que habrán contribuido a hacer de USA un país
grande. ¿Por qué no pudieron engrandecer a sus países de origen? Sin duda por
culpa de sus gobernantes, de sus revolucionarios, de sus políticas equivocadas.
Cuando se puso en marcha el euro,
nuestra moneda europea, se tuvo la genial idea de que todos sus billetes muestren
puentes y ventanas, puentes que unan, ventanas desde donde podamos vernos unos
a otros y no muros de separación. Con
sus puentes y ventanas ¿podrá Europa
subsistir? Las riadas de emigrantes que llegan a nuestras fronteras no
parece que vayan a convertirse en europeos, más bien irán creciendo, mientras
que nosotros menguamos y envejecemos. ¿Cuál será el futuro? ¿Eurabia?