CAMINEO.INFO.- La hermandad de la Expiración y la parroquia castrense de San Francisco presentaron en la noche del sábado el cartel anunciador del programa de actos del 175 aniversario del nacimiento y bautismo del beato isleño Marcelo Spínola y Maestre. El académico, Manuel Eugenio Baturone Santiago fue el encargado de la presentación. Los asistentes recibieron la biografía del beato en una edición. El cartel refleja un cuadro de Eduardo Martínez Pérez pintado para la hermandad de la Divina Pastora de Cantillana y ha sido diseñado por María de los Ángeles Moreno Rodríguez. En el acto también se difundió la biografía del beato isleño, donde aparecen los actos a celebrar el próximo mes de enero en la parroquia vaticana y castrense.
Huerto tramita su petición ante el Senado
La cofradía del Huerto ha cursado una carta al presidente del Senado, Francisco Javier Rojo García, para solicitar una distinción por parte del Senado de España, como reconocimiento a Marcelo Spínola y Maestre, que fue senador desde el año 1891 hasta su fallecimiento el 19 de enero de 1906.
La senadora socialista María Jesús Castro Mateos está apoyando la petición de la hermandad del Huerto para que el Hijo, Preclaro, Eminente y Predilecto de la ciudad de San Fernando obtenga algún tipo de reconocimiento por parte del Senado.
El presidente del Senado dedicó unas palabras al hoy beato tras su muerte. En este sentido, la carta enviada por la cofradía del Huerto resalta cómo “ habiendo llegado a conocimiento de la Cámara, la noticia del fallecimiento del Cardenal Spínola, Arzobispo de Sevilla y Senador por derecho propio, voy a dirigir algunas labras al Senado, creyendo que éste tendrá, como yo, un hondo pesar al haber sabido tan inmensa pérdida para la Patria”. El presidente continuó su intervención y destacó que “El Senado no habrá olvidado que con gran facilidad de palabra, y demostrando sus profundos conocimientos, el Cardenal Spínola pronunció un elocuente discurso con voz apagada, porque la enfermedad que le ha llevado al sepulcro, corroía su organismo, y la Cámara, al oír sus primeras palabras, se sintió atraída por aquél ilustre Cardenal, que hablaba con unción evangélica y parecía que estaba en la cátedra del Espíritu Santo, obteniendo, con motivo de su oración parlamentaria, grandísimos aplausos de todos los que aquí se hallaban presentes”.
