CAMINEO.INFO.-Zamora/ESPAÑA.- La traducción al papel de la composición que este año ha pintado la artista local Ana Zaragozá tiene el mismo problema que los precedentes: apenas refleja los matices de la composición original, que provocó ayer un notable impacto en el acto de presentación pública, al que acudieron varios miembros de la Junta Pro Semana Santa y de las cofradías locales, además de la propia alcaldesa, Rosa Valdeón, anfitriona en el salón plenario del Ayuntamiento.
El cúmulo de casualidades ha derivado en un cartel que reúne las principales marcas de identidad exigidas por los zamoranos: impacta y «algo de belleza debe tener», concedía su autora, Ana Zaragozá, quien dijo «no» al encargo, para después ceder a la petición que el presidente de la Junta de Cofradías, José Francisco González Poza, le hizo nada más salir presidente el pasado diciembre. Coincidencias porque la primera mujer que realiza el cartel oficial de la Pasión zamorana se llama Ana, pero también Soledad y así «rindo homenaje a mis padres y a la ciudad».
De ahí que tuviera pocas dudas de que habría de ser una Virgen -«tenía que ser una mujer», asumía Zaragozá-, la más querida por los zamoranos. También tenía clara la idea que quería reflejar, aunque no tanto la técnica necesaria para llevar esta «aventura» a buen puerto. La pintora acompañaría la Soledad de dos elementos clave en la Pasión: «El sacrificio se refleja en la sangre y la Resurrección, en las flores». A partir de ahí, Zaragozá justificó cada uno de los elementos de una composición en la que todo parece medido al milímetro.
La sangre -que la versión impresa del cartel no logra transmitir con la misma fuerza- baña una composición en la que «no podía manipular la imagen de la Virgen», plasmada con una técnica «naturalista» y «realista». Asimismo, en el elemento más original del diseño -el vertido de pintura que emula una herida abierta- ha contribuido la influencia de un artista experto en manipulación fotográfica, reveló la autora.
Resueltos los dos motivos principales de la pintura, Zaragozá argumentó cómo el resto de elementos completan la novedosa propuesta. «Pedí información y me dijeron que la Soledad siempre lleva orquídeas», explicó, y añadió que «una de ellas coincide con el corazón de la propia Virgen», como expresión de dos sentimientos opuestos: el dolor y el deseo de renovación, de esperanza. Claro que esas flores no están quietas, sino que discurren por el río de lágrimas que la Virgen convierte en «un Duero dorado», que fluye en el cajón de la imagen como símbolo de la primavera que empieza con la Pasión.
Tanto el presidente de la Junta Pro Semana Santa, González Poza, como la regidora municipal, Rosa Valdeón, felicitaron a la autora por el resultado. Valdeón, asimismo, insistió en el tono reivindicativo que subyace en la imagen. «La Soledad es el símbolo de la mujer zamorana, que no quiere quedarse atrás en protagonismo», advirtió la alcaldesa. González Poza definió el cartel que va a difundir la Semana Santa dentro y fuera de Zamora como «magnífico», reflejo de la «sensibilidad» de una autora «ajena» a la Pasión.
