CAMINEO.INFO.- Zamora/ESPAÑA.- La lluvia, intermitente durante todo el día, finalmente cumplió su amenaza y obligó a suspender la procesión de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída. Todos sus cofrades esperaban mirando suplicantes al cielo pocos minutos antes de las ocho y media de la tarde, algunos, dentro de la iglesia parroquial de San Lázaro, preparándose para cargar los pasos, la mayoría, fuera del templo, haciendo ya las filas pertinentes para comenzar. Y todos con la esperanza intacta de poder salir finalmente, a pesar de que las previsiones meteorológicas no eran muy halagüeñas y el cielo estaba totalmente encapotado.
Esa esperanza de los cofrades hizo que, en un principio, se diera comienzo a la procesión. Los tambores marcaron el ritmo de los primeros momentos a la salida de la iglesia, abarrotada de gente en su exterior, pero la lluvia cayó con más furia en esos minutos, acompañada por un fuerte viento, por lo que se decidió suspender el desfile y los pocos hermanos que había logrado iniciar la procesión tuvieron que volver a la parroquia, que acogía tanto a los pasos de la Hermandad como a las bandas de música.
Con la desilusión en las caras, los cofrades que estaban en el exterior comenzaron a descubrirse, mientras que los que se habían acercado hasta allí, paraguas en mano, se alejaban de la puerta de la iglesia.
Desde la directiva, se decidió esperar a que el tiempo dejara sacar los pasos para llevarlos hasta el Museo de Semana Santa. Fue entonces cuando se pudo ver, levemente, la nueva iluminación de la Corona de Espinas de Coomonte, mientras que la Cruz de Yugos del zamora era cubierta con plásticos para subirla, con el resto de los pasos, por San Martín, escoltados por la Policía Municipal y aplaudidos por las pocas personas que estaban por la calle en esos momentos.
De esta manera, los nuevos setenta hermanos de la cofradía no se pudieron estrenar este año en el desfile y habrá que esperar otros doce meses para escuchar el emotivo acto de la Plaza Mayor.
