Portada
Vaticano
Realidades Eclesiales
Iglesia en España
Iglesia en América
Iglesia resto del mundo
Cultura
Sociedad

·Homilia Dominical
·Hablan los Obispos
·Fe y Razón
·Reflexion en libertad
·Colaboraciones



 
 

 

 

 

 
Mar 2024
MoTuWeThFrSaSu
        1 2 3
4 5 6 7 8 9 10
11 12 13 14 15 16 17
18 19 20 21 22 23 24
25 26 27 28 29 30 31

   


www
Portada:: Homilia:: Ciclo A:: Domingo V del Tiempo de Cuaresma

5 / 5 (3 Votos)




Domingo V del Tiempo de Cuaresma

Sat, 05 Apr 2014 23:59:00
 

CAMINEO.INFO.-

EZEQUIEL 37, 12-14
SALMO
129
ROMANOS 8, 8-11
JUAN 11, 1-45


Estamos viviendo el quinto domingo de Cuaresma, y hoy hemos oído una de aquellas frases donde nos hemos de parar y hemos de hacerla oración. Jesús nos ha dicho: “Yo soy la resurrección y la vida”. Inciso: expresiones como estas son un signo más que hacen razonable la divinidad de Jesús. Un hombre no puede hablar de esta manera, sólo Dios puede hablar así. Hay dos dimensiones de la vida de Jesús, su resurrección y su divinidad, en los que me parece muy interesante buscar signos que las hagan razonables, porque da fundamento a nuestra fe.

“Yo soy la resurrección” quiere decir que unidos a Él, la muerte no tiene poder sobre nosotros. Unidos a Él, la muerte es una puerta que nos introduce en la vida eterna. Para nuestra sociedad, la muerte es un escándalo, un absurdo, un drama, porque no le encuentran ningún sentido. En cambio, nosotros, unidos a Jesucristo, no tenemos miedo a la muerte, la muerte no es escándalo, ni absurdo, ni drama... San Francisco de Asís habla de la “hermana muerte”. San Agustín, dice: “Quien ama a Cristo no puede tener miedo de encontrarse con Él. Hermanos míos, si decimos que amamos a Cristo y tenemos miedo de encontrarnos con Él, deberíamos cubrirnos de vergüenza”.

“Yo soy la Vida”. ¡Jesús es la vida! ¡¡Qué afirmación!! ¡¡Jesús es la vida!! Pienso que es de aquellas frases cortas que en la oración, tendríamos que repetir. Yo muchas veces rezo así, repitiendo, interiorizando, frases cortas del evangelio, o frases cortas de la liturgia. ¡Jesús es la vida! Y a base de repetirlo el contenido de la frase va calando, va calando, va iluminando, va fortificando la fe, va abriendo puertas a otras cosas que Dios nos quiere decir.

“Jesús es la vida”, “¿Lo crees esto?”. No lo pregunto yo, es Jesús quien te lo pregunta. La pregunta de Jesús a Marta no queda absorbida por el pasado, sino que hoy Jesús a través de la liturgia nos pregunta a cada uno de nosotros: “¿Lo crees esto?”. ¿Creemos que Jesucristo es nuestra vida? ¿Tenemos la vida organizada para poder recibir la vida del Cristo? ¿Creemos, como dice San Pablo, que nuestra vida está escondida en Cristo? Y que por tanto, nosotros tendremos que encontrarnos verdaderamente con Cristo para encontrar la vida que Dios ha pensado para cada uno de nosotros... ¿Creemos que resucitaremos con Jesucristo? ¿Esta certeza da luz a nuestra vida? ¿Aspiramos a la vida eterna?
“¿Lo crees esto?”...

Hoy Jesús también nos llama a nosotros a salir de nuestros sepulcros, del sepulcro de nuestra mediocridad, nos dice “¡ven a fuera!”, del sepulcro de nuestro cristianismo superficial, nos dice “¡ven a fuera!”, del sepulcro de nuestro pecado nos dice “¡ven a fuera!”. Todo esto, mediocridad, superficialidad, pecado, es muerte, nos aparta de la vida que Él nos quiere dar. Por esto Él nos llama a salirnos y abrazarle a él que es la vida.

Todo esto respecto el sentido global del evangelio, dejadme exponer dos ideas breves más, que apuntan hacia un Jesús cercano:

1) Jesús está en Galilea, y le dicen que su amigo Lázaro está enfermo. Y Jesús espera dos días, no acude en seguida. Esto también nos ocurre a nosotros: cuantas veces, en distintas circunstancias, le pedimos algo y él parece que no esté… O la oración que hacemos cada día, rezamos, rezamos, rezamos, y parece que Él no esté, que no quiera venir a nosotros.

Sus demoras nos dejan preocupados, sus demoras, a veces, nos hacen perder la fe, o nos hacen dejar de rezar. No podemos juzgar a Dios. Durante un cierto tiempo de mi vida, no hace demasiado tiempo, he pensado que Dios era un Dios un poco tacaño. Sólo después he entendido lo que hacía en mí. Él sabe el porqué, Él sabe lo que nos conviene, Él nunca se olvida de nosotros, pero sus demoras ponen a prueba nuestra fe... Nos cuesta aceptar el misterio, nos cuesta aceptar que Jesús no actúe inmediatamente cuando le necesitamos, pero no hay ninguna otra salida que vivir de la fe, poner en juego la fe, pedir más fe... No podemos juzgar a Dios…

2) En esta escena Jesús “Jesús sollozó y, muy conmovido,… Jesús se echó a llorar. Jesús sollozando de nuevo”. Nos hace bien contemplar a Jesús afectado, conmovido, lloroso. Jesús también llora con nosotros. En nuestros dramas personales Jesús no es un oyente pasivo que va registrando todo lo que decimos... sino que está afectado, conmovido, lloroso, por lo que nos pasa. Él es solidario de nuestro dolor.

Dios no es nunca indiferente y distante, es un Dios pasible, que sufre, y sufre cuando ¡nosotros sufrimos!

Resumiendo: Jesús es la resurrección y la vida. Hace falta hacer nuestra esta afirmación, rezarla, repetirla, interiorizarla, creerla, y hacerla vida, que así sea...







Nombre:
Email:
Titulo:
Comentario:




SI QUIERES COLABORAR CON CAMINEO.INFO PULSA DONAR

Preview Chanel Preview Chanel
Camineo.info 2004-2015

PHPCow news publishing script, content management system Review www.camineo.info on alexa.com