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Domingo XXX del Tiempo Ordinario - Ciclo B - ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!

Sun, 25 Oct 2009 07:00:00
 

CAMINEO.INFO.-

Jer. 31, 7-9
Salmo 125
Heb.
5, 1-6
Aclamación antes del Evangelio 2Tim 1,10
Mc.
10, 35-45

Queridos hermanos y hermanas,

Hoy la liturgia nos propone contemplar la actitud del ciego Bartimeo como prototipo, como modelo, del hombre creyente, para que podamos aprender de él, para que ilumine nuestro modo de relacionarnos con Dios. Algunos aspectos a destacar para que nos iluminen a nosotros.

. Bartimeo desea ver, tiene un fuerte deseo de ver. También nosotros hemos de tener un deseo fuerte de ver. De ver a Dios más presente en nuestra vida, de ver a Dios más presente en nuestros hermanos, de ver una parroquia que crece en número y en santidad. Deseos de ver… si no tenemos deseos de ver… no veremos nada… Sin esperanza la vida cristiana pierde su aliciente, su sentido y languidece.

. La gente le dice que calle y Bartimeo no se deja intimidar y sigue gritando… es más, grita aún más fuerte. Hoy día hay muchos que nos quieren hacer callar, muchos que nos quieren intimidar, muchos que se ríen de nuestras creencias. Nosotros ni caso, como Bartimeo. Es más, esto tendría que ser un estímulo para acercarnos aún más a Jesús.

El ambiente contrario que hoy día vivimos puede provocar dos cosas: que nos dejemos arrastrar o que nos enraicemos más fuertemente en Cristo. De nosotros depende... que mire cada cual su vida y descubra qué es lo que está haciendo. Si dejarse llevar o arraigarse más y más en Jesucristo.

. Bartimeo dice: ”Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí”. Qué plegaria tan bonita. Partiendo de su pobreza, de su necesidad, está reconociendo a Jesús como su Salvador. Exactamente como hemos de hacer nosotros. Digamos también nosotros durante esta semana: “Hijo de David, Jesús,...”.

. Jesús le dice: “¿qué quieres que haga por ti?”. A veces tenemos una imagen de un Dios exigente, que nos pide cosas, y es todo lo contrario: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Un Dios que pide cosas es un Dios un poco rollo, un poco pesado... Dios no nos pide nada, lo que hace es ofrecernos la Vida. Cuando hago dirección espiritual y oigo que alguien me dice: “Es que me parece que Dios me pide...”, yo siempre los corto y digo... “Dios no pide nada, Dios lo que hace es ofrecer, darse Él mismo a nosotros”.
Parece lo mismo, pero no es lo mismo. No es lo mismo que alguien te pida alguna cosa a que te la ofrezcan...

. Bartimeo pide con fe, y obtiene lo que quería. Por esto Jesús dirá: “tu fe te ha salvado”. La fe es un don, pidámoslo, implorémoslo. ¿Cuando fue la última vez que pedimos al Señor que nos aumentara la fe?

. He dicho que Bartimeo obtiene lo que quería... no está del todo bien dicho… Hace falta decir que obtiene lo que necesitaba para seguir a Jesús. Bartimeo después de su curación se pone a seguir a Jesús, pasa a ser un discípulo de Jesús. Por tanto, el don que ha recibido se ordena a su bien espiritual. Esto es importante tenerlo presente porque muchas veces pedimos cosas que no están en consonancia con nuestro bien espiritual.

EL evangelio en ningún lugar habla de que nuestra vida será un camino de rosas, y nosotros, muchas veces, nos empeñamos en que sea así y pedimos cosas para que nuestra vida sea un camino de rosas.

¿Qué cosas hemos de pedir que concuerden con el planteamiento del evangelio?
. El Espíritu Santo: “Si vosotros que sois malos… tanto más mi Padre del cielo dará el ES a todo...”
. Pedir vocaciones: “Pedid al amo de los sembrados que envíe más trabajadores...”
. Pedir descubrir nuestra cruz y cargar con ella. “Quien quiera seguirme que cargue su cruz y me acompañe”. Primero hace falta descubrirla y después cargarla, que quiere decir abrazarla porque es fuente de santificación.
. Pedir la capacidad, la fuerza para amar: “Amaos tal como yo os he amado” Y Él ama hasta dar la vida por nosotros...

En definitiva este tipo de peticiones no pueden faltar en nuestra plegaria porque bien seguro que son cosas que se ordenan a nuestro bien espiritual, seguir a Jesús. Evidentemente también podemos pedir otras cosas... pero no olvidemos que Jesús no nos ha prometido que el que le siga todo le irá muy bien...

A veces cuando hablo con gente mayor me dicen: “Lo importante es la salud...” Yo siempre contesto: “No. No estoy de acuerdo. Lo más importante es la fe”.

Sobre el cómo pedir, Jesucristo nos da también una lección clave para vivir adecuadamente la oración de petición: JC en el huerto de los olivos dirá: “Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz”, es una oración de petición a su Padre, pero luego añade algo que nosotros deberíamos añadir siempre a nuestras peticiones “pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya, Padre”.

Pienso que a veces, si no vamos con cuidado, podemos acabar pidiendo cosas a Dios como a un fontanero. Hay un problema en casa y me acuerdo del fontanero. Tengo un problema y le pido a Dios que me lo solucione y ya está. No hemos de pedir así. Hemos de pedir, sí, pero pensando que ese problema me puede hacer crecer, madurar, o darme cuenta de cosas que no había pensado antes. Hemos de pedir con esa actitud: “pero que no se haga…”







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