CAMINEO.INFO.-
Sb 9, 13-19
Salmo 89
Flm 9, 10.12-17
Lc 14, 25-33
El Libro de la Sabiduría ha empezado hoy haciéndonos dos preguntas muy interesantes: “¿Qué hombre conoce el designio de Dios? ¿Quién comprende lo que Dios quiere?”.
Es muy lógico que un autor del Antiguo Testamento se haga estas preguntas. Preguntas que quedan contestadas en Jesucristo. Jesucristo es, para nosotros, el rostro de Dios, la revelación plena de Dios. Por tanto, para contestar estas preguntas tendremos que escuchar a Jesús. Y hoy Jesús nos dice: “ven conmigo”, por tres veces utiliza la palabra: “discípulo”.
Este es el designio de Dios, la voluntad del Señor, que seamos discípulos de Cristo.
¿Qué quiere decir ser discípulos del Cristo? Él nos lo dice hoy: “Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Por tanto, ser discípulos de Cristo quiere decir amarlo, sencillamente. Amarlo por encima de todo. El amor es el motor de nuestra fe...
Vale la pena destacar dos ideas muy breves de estas palabras de Jesús:
• Sólo Dios puede hablar de esta manera. Cuando buscamos signos que nos hagan creíble, razonable, que Jesucristo es Dios, uno muy importante es precisamente su manera de hablar, de exhortarnos a seguirle. Sólo Dios puede hablar de esta manera.
• Lo que Jesús hace con estas palabras no es otra cosa que concretar un poco el mandamiento más importante de la ley de Dios: “Amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas”.
Las palabras de Cristo pueden parecer exageradas, pero si en Cristo, Dios lo da todo al hombre. No lo son. Es porque en Cristo está nuestra vida (escondida), que hemos de situarlo como lo primero que hemos de amar.
Es necesario decir que seguir Jesucristo de esta manera no quiere decir dejar de amar a los padres, a las madres y a los hijos, sino todo lo contrario. Cuando Cristo es puesto en primer lugar es cuando realmente soy capaz de amar. Porqué, entonces, no amo sólo con mis fuerzas naturales –muy limitadas- sino que amo con la fuerza del Cristo, con la fuerza de Dios, que me comunica su Espíritu.
Segunda idea: Jesús después de esta exhortación al seguimiento radical pone dos ejemplos que parecen desligados de su exhortación pero no es así: uno que quiere construir una torre y el del rey que quiere ir a combatir contra otro. Y en los dos casos habla de los medios que hace falta tener, poner en juego, para conseguir el objetivo fijado (acabar la torre o ganar la guerra)
Jesús con estos dos ejemplos, puestos después de hablar de cómo ser su discípulo, nos está diciendo: “Si me has de seguir (objetivo) piensa qué medios pondrás para hacerlo. No sea que te quedes en el intento de seguirme y no lo consigas”.
Las cosas importantes piden un cierto esfuerzo: ser un buen padre cuesta, pide un cierto esfuerzo; ser un buen hijo también; ser un buen médico cuesta, ser un buen amigo cuesta... Las cosas importantes nos piden un cierto esfuerzo, poner unos medios para conseguirlo. También ser cristiano pide poner unos ciertos medios para serlo.
La pregunta que surge de todo esto es evidente: ¿Qué medios hemos de poner para seguir Jesucristo?
Yo ahora diré algunos de los medios que la parroquia os ofrece para seguir Jesucristo:
Misa diaria / Confesión
Acompañamiento Espiritual
Rezo del rosario
Iglesia abierta cada mañana para rezar
Charlas formativas
Receso de adviento y de cuaresma
Ejercicios Espirituales
Si queremos seguir Jesús hace falta poner unos medios adecuados...
Toda esta radicalidad en el seguimiento que Jesús nos pide, esta necesidad de poner unos medios para seguirlo, pueden hacer que veamos el cristianismo como algo pesado, cargante y complicado.
Y no es así sino todo lo contrario, para entender todo lo que estamos diciendo es preciso recordar que Jesucristo es el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz de los hombres, que no hay vida llena fuera de él y que ser cristiano es algo profundamente alegre, hasta divertido. Recordemos los dones del Espíritu Santo...
En este inicio de curso pensemos que medios podemos poner para estar más cerca de Jesús, para seguirlo mejor y así tener más vida en nosotros...
