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Jueves Santo

Thu, 01 Apr 2010 07:45:00
 

CAMINEO.INFO.- Estos días contemplamos dos iconos que nos hablan del amor de Dios hacia nosotros: Hoy el lavatorio de pies, mañana la muerte de Jesús en cruz. Dos iconos que nos hablan del amor de Dios, del sentido de la vida, del sentido del sufrimiento, de como hemos de amar... Dos iconos que nos hablan de como seguir a Jesucristo.

Por esto es tan importante estos días contemplar, meditar, reflexionar todo lo que la liturgia nos propone. Lo hacemos participando de los oficios pero también en nuestra casa.

Hoy hemos contemplado como Jesús lavaba los pies a sus discípulos. Que gesto tan impresionante: Dios se arrodilla delante del hombre y le lava los pies. Nos tendríamos que quedar boquiabiertos delante de esta escena... Dios arrodillado delante del hombre... Es un gesto que resume toda la vida de Jesucristo: su abajamiento al hacerse hombre: su actitud de servidor: y su amor hasta el extremo. Y al mismo tiempo es un gesto que el mismo dice que ha de ser imitado. Su gesto se convierte en modelo para nuestra vida. No podemos caminar por el mundo con deseo de ser servidos, de ser alabados, de que la gente se incline delante de nosotros sino que hemos de coger la posición del servidor, como hizo Jesús.

Para entender mejor el gesto hace falta recordar que en aquellos tiempos las calles no estaban asfaltadas, el calzado habitual eran sandalias, la gente no se duchaba a diario, (= pies muy sucios) y que las casas de los ricos tenían un esclavo que al llegar a casa limpiaba los pies al amo.

Delante de este gesto hace falta que nos maravillemos, que nos admiremos, nos es necesario contemplar, meditar, reflexionar, este gesto. Este gesto es preciso que hable a nuestra vida: si Jesús que era el hijo de Dios hace este gesto, es preciso que yo tenga una caridad equivalente con mis hermanos. Nosotros no hace falta que vayamos limpiando los pies de los otros, lo que sí hace falta es que tengamos una caridad equivalente a limpiar los pies por amor.

Me parece que estamos un poco lejos de vivir la caridad con esta intensidad, por tanto pidámosle al Señor que en estos días santos nos haga crecer notablemente en caridad. Si el nos lo manda en el evangelio quiere decir que nos quiere dar las gracias para que nosotros lo podamos vivir también en nuestra vida.

Hoy hemos acabado la oración colecta diciendo: “... te pedimos que la celebración de estos santos misterios (eucaristía) nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida”. Vivir intensamente la eucaristía nos llevara a llegar a la plenitud....

Juntamente con el mandamiento de la caridad fraterna celebramos que Jesús instituye la eucaristía. Gracias a la eucaristía la persona divina de Jesús se ha quedado entre nosotros. Estamos tan acostumbrados que ya no lo valoramos y no le damos la importancia que tiene.

Lo primero que hemos de pensar al ver un sagrario es que Jesucristo está presente, que está allí porque me ama y que desea que nos unamos a El. Y si nos lo creemos es preciso que esto ilumine nuestra manera de actuar cuando estamos dentro de la iglesia.

Como que está realmente presente, cuando entramos a su casa es preciso que lo vayamos a saludar. Es verdad que Dios está presente en todas partes, pero no en todas partes está igualmente presente. Su presencia es más real e intensa en el sagrario.

La rutina puede hacer que todo esto nos pase por alto y no darnos cuenta de la gracia de tener un sagrario tan cerca.

Nos hace falta crecer en esta conciencia de que Jesús está realmente presente, y que se ha quedado con nosotros porque nos ama y desea que nos unamos a El.

El tercer acontecimiento que celebramos en el día de hoy es la institución del sacramento del orden sacerdotal. Por el cual unos hombres, escogidos por Dios, están llamados a actuar en la persona del Cristo, especialmente, cuando celebramos los sacramentos.

Cristo es el único sacerdote y los presbíteros lo que hacemos es participar de su sacerdocio. Jesucristo llama a unos hombres para que reproduzcan sus gestos salvadores y a través de ellos Jesucristo comunica su salvación.

Por tanto, nos hace falta tener una visión de fe respecto al sacerdote. Actúa en la persona de Cristo, Cristo actúa a través de su persona en todos los sacramentos que celebra. Y esto es esencial.


Que esta comunión que ahora viviremos en la persona divina de Jesucristo nos ayude a tres coses:
. A vivir con mas plenitud el mandamiento del Señor: “amaos los unos a los otros, como yo os he amado”.
. A valorar y amar más la eucaristía
. Y a pedir al Señor, por la santidad de los sacerdotes

Que así sea...







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