CAMINEO.INFO :
Hoy la primera lectura y el evangelio
siguen un mismo esquema: dificultades-opciones-acto de fe (que se fundamenta en
una experiencia).
• Dificultades.
En la primera lectura la dificultad era la convivencia con los dioses de los
amorreos. En el evangelio la dificultad es entender el discurso del pan de vida
que hace Jesús. Reconozcámoslo: en aquel momento difícil de entender...
• Opciones:
Ante las dificultades se plantean dos opciones: seguimos a Dios o abandonamos a
Dios. Seguimos a Jesucristo o abandonamos a Jesucristo.
• Acto
de fe: Las lecturas nos exponen el fundamento para hacer una opción por
Dios/Jesucristo. Este fundamento es: la experiencia de la salvación.
En la primera lectura recuerdan la acción
de Dios al liberarlos de la esclavitud de Egipto.
Y en el evangelio las palabras de Pedro
vienen a decir: “nosotros tampoco entendemos qué estás diciendo, pero hemos
hecho experiencia de que en ti hay palabras de vida eterna”, habla de una
experiencia.
Y es esta experiencia personal la que
permite hacer el acto de fe y creer en Dios (primera lectura) y en Jesucristo
(segunda lectura).
Este esquema: dificultades/opciones/acto
de fe. No nos es extraño. Nosotros también lo vivimos:
1. También nosotros pasamos por dificultades,
personales, familiares, laborales, que nos hacen tambalear en nuestra fe.
¡Todos hemos pasado por momentos de dudas de fe!
Dudas porque nos van mal las cosas, y
hace mucho que pedimos ayuda a Dios.
Dudas ante la eucaristía, que Jesús se
haga presente en el trocito de pan, es una cosa que todos alguna vez hemos
dudado.
Dudas viendo como va el mundo de mal.
¡¡No nos escandalicemos de nuestras
dudas!!
Es normal dudar. “La fe es la duda
superada”.
2. Y ante la duda nos planteamos la
opción: abandono el camino de la fe o continúo. ¡Hoy vemos en el evangelio como
unos cuantos abandonan a Jesús!
3. Y el tercer momento es el acto de fe.
En la primera lectura y en el evangelio contemplamos dos actos de fe. Pero un
acto de fe que no es un salto en el vacío. Sino que es un paso que hacen
fundamentados en su experiencia de salvación. ¡Deciden continuar porque han
experimentado un Dios vivo, que salva! Han experimentado que Jesucristo les ha
llevado por un camino de vida, de amor, de plenitud, de sentido, de luz, de
verdad, y que esta experiencia es la que les hace continuar...
Cuando nos vengan dudas, que vendrán,
pensemos en nuestra historia de
salvación, cómo Dios ha ido hablando y manifestándose en nuestra vida. No te
quedes en la duda: mira tu pasado y descubre cómo Dios ha actuado.
Llevamos tres domingos con la misma respuesta del salmo: “Gustad y ved
qué bueno es el Señor”.
En la primera lectura superan las dudas
recordando cómo Dios les ha liberado de la esclavitud de Egipto.
Nos puede dar luz analizar lo que dice
Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a acudir?”. ¡Qué poético! Si tu eres el
buen pastor... ¿a quién acudiríamos?... si tu eres la luz... ¿a quién
acudiríamos?... si tu eres el camino... ¿a quién acudiríamos?... En los
momentos de duda pensémoslo: ¿quién o qué es la alternativa? ¿Hay un quién o un
qué que nos salve?
El mundo no salva. Los libros de autoayuda no salvan, pueden ayudar un
poco. Los psicólogos, no salvan, pueden ayudar un poco. El tarot, el reiki, el
yoga, no salvan.
Algunos decían después de la Segunda
Guerra Mundial “¡¡Cómo creer en Dios después de Auswitch!!”. Y los cristianos
respondieron: “¡¡Cómo creer en la Humanidad después de Auswitch!!”. Donde el
pueblo, en aquel momento, más culto y más
instruido, con más bibliotecas, con más escuelas y universidades, había dado
lugar al sistema más perverso de toda la historia de la Humanidad. “¿Cómo creer
en la Humanidad después de Auswitch?”. ¿Hay un “quién” o un “qué” que nos pueda
salvar? ¡¡Sólo Jesús salva!! ¡Sólo Él salva! “Señor, ¿a quién vamos a
acudir?”.
Continúa diciendo Pedro, “Tu tienes
palabra de vida eterna”. Es significativo que Pedro remita a una
experiencia, “tus palabras son vida”. No remite a una idea, o a un sistema, o a
una teoría, o a un culto, o a un rito. No. Remite a una experiencia de vida…
La fe no son ideas, o un culto dominical,
es una experiencia de vida. Es una experiencia que toca, afecta, transforma, la
vida. ¡Pidámoslo al Señor!
Qué evangelio más bonito... Durante esta
semana, podemos ir repitiendo en nuestra oración personal: “Tu tienes
palabras de vida eterna”.