CAMINEO.INFO.- “Con la llegada del padre Jorge Hernández, sacerdote argentino del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), a la Franja de Gaza, desde el 1º de abril se concretó la misión permanente del IVE en esta ciudad palestina. En la semana después de Pascua se realizó el traspaso formal de la parroquia de la Sagrada Familia, que depende del Patriarcado Latino de Jerusalén, a la cura pastoral de esta familia religiosa nacida en San Rafael, Mendoza”.
Así comenzaba la información que AICA difundió el pasado 22 de abril, y que luego tuvo una gran repercusión en los medios nacionales e internacionales, pues la Franja de Gaza ocupaba en esos días la atención del mundo debido a las hostilidades con Israel y a la posterior visita del papa Benedicto XVI a Tierra Santa.
Después de algún tiempo de presencia en Gaza, el padre Hernández pensando que algunas noticias sobre este lugar serían de provecho para todos, envió a la Casa Madre del IVE, en San Rafael, algunas referencias históricas sobre el lugar al que se extiende su jurisdicción parroquial.
Dado su interés histórico y religioso, damos a conocer a los abonados de AICA el envío del padre Hernández, a través del cual se puede constatar que mucho antes de los musulmanes esa era tierra cristiana.
Gaza Pagana
Gaza aparece ya en documentos históricos que se remontan al faraón Thoutmes III (1504-1450 a.C.), quien hizo de Gaza la base de operaciones en su campaña contra Siria, introduciendo las deidades propias egipcias.
Hacia el siglo XII (1198-1166 a.C.) Ramsés III invade y conquista Gaza, que era el paso obligado de las caravanas que se dirigían al Norte.
Gaza fue testigo de la gesta y trágico fin de Sansón.
Sucesivamente Gaza estuvo bajo varios regímenes: egipcio, babilónico y persa.
Fue conquistada y dominada por Alejandro Magno, en septiembre de 322 a.C, en su camino a Egipto. En esta oportunidad pasó a espada a alrededor de 10.000 hombres, tomando y comerciando mujeres y niños.
Hacia el 144, Gaza fue dominada por el rey Jonatán (152-142 a.C.). Finalmente, hacia el 94 fue totalmente destruida por Alejandro Janeo.
Gracias a su posición favorable, Gaza resucitó rápidamente. Logró su autonomía hacia el año 61 y el año 4 antes de Cristo, pasó a depender de la Provincia Romana, siempre entre contiendas con el pueblo judío.
Gaza Cristiana
Los primeros evangelizadores fueron, nada más ni nada menos, que Jesús, José y María en su huída a Egipto, atravesando el obligado paso de la antigua “Via Maris” (el Camino del Mar): “El ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto” (Mt 2,13-14). De aquí que Gaza sea, a título pleno, Tierra Santa.
Otro hecho se nos relata en la Escritura. Luego de la aparición del Ángel a Felipe (Hechos 8,27), éste se pone en camino hacia Gaza, donde tiene lugar la conversión y bautismo del ministro del tesoro y alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía.
En su obra “Historia Eclesiástica”, Eusebio de Cesarea testimonia la gran cantidad de mártires en Gaza, especialmente hacia el año 305, bajo la persecución del emperador Diocleciano. En la misma línea se ubican: Flaviano, Urbano y Máximo Daia, “el sanguinario”.
Entre dichos mártires se encuentran: San Timoteo, quemado vivo, con pequeñas brasas; los santos Asclepio y Thecle, devorados por las bestias; San Alejandro y cinco jóvenes, muertos a filo de espada por orden del gobernador Urbano, el 24 de marzo del año 305.
La virgen mártir santa Theé, torturada hasta la muerte al rechazar la propuesta deshonesta del gobernador. Las mártires Santa Valentina y su hermana, de Cesarea, martirizadas en Gaza. No soportó Santa Valentina ver a su hermana sola en medio de tantos tormentos, que quiso también ella unírsele en el martirio.
El confesor de la fe y mártir, san Pablo, quien con su comportamiento final conmovió a todos: antes de morir, pidió un minuto. Habiéndolo obtenido, rezó al cielo con voz clara y nítida, pidiendo por la libertad de los cristianos, por la conversión de los judíos a Cristo, por los samaritanos, para que los paganos conozcan a Dios, por los allí presentes, por las autoridades, por el juez y sus servidores. Luego, quitándose la ropa, presentó su cuello a la temblorosa espada de su verdugo.
El primer Obispo de Gaza fue Asclépiades, quien luego fue ayudante de San Atanasio en Nicea, en la controversia sobre la consubstancialidad del Verbo. Le siguió Irenión y Eneas y más tarde el monje San Porfirio (395-420). Este santo, originario de Tesalónica, fue quien dio el golpe definitivo al paganismo en Gaza, con toda una serie de milagros y hechos extraordinarios.
A la muerte de San Porfirio asume la diócesis de Gaza quien había sido su diácono, Marcos. Con él se inicia una época esplendorosa de más de dos siglos del catolicismo en Gaza. Es la época bizantina, en la que Gaza aparece totalmente católica y en la que alcanza una civilización y desarrollo cultural comparables a los de Atenas.
Podemos citar, sólo a modo de ejemplo, al gran filósofo y teólogo Procopio. Célebre orador y comentador de la Sagrada Escritura. Entre sus grandes logros debemos mencionar la purificación de la fe católica, separándola definitivamente de la interpretación judaica que de ella hacían.
Posteriormente, hacia el año 570, un peregrino escribía: “Gaza es una ciudad espléndida y deliciosa; la gente es muy amable y de extraordinaria benevolencia”.
El monaquismo ocupó un importante lugar en Gaza. Contamos aquí, además de San Porfirio, a San Jaritón y a San Hilarión. Con éste tuvo lugar la fundación del primer monasterio en Palestina, el monasterio de Séridos, al sur de Gaza, monasterio que fue cuna de grandes santos, como San Barsanophe y san Juan apodado “el profeta” (540). Entre ellos se cuenta también a San Doroteo (525), originario de Antioquía.
Esta paz reinó hasta la invasión persa del 614 (20 años antes de la invasión musulmana). Los persas masacraron a 33.977 cristianos, entre sacerdotes, monjes y laicos.
En la actualidad
“Entendemos -dice el padre Hernández en la parte final de su informe- que la presencia del Instituto del Verbo Encarnado en este santo lugar, en esta tierra de mártires y santos, es una enorme gracia para el Instituto mismo y para la Iglesia toda”, y agradece a sus superiores, “especialmente al padre Luis Montes, provincial y amigo, por la iniciativa, el constante apoyo y aliento en esta misión”. Por último agradece a los padres del IVE de Egipto, por el ejemplo sacerdotal y abnegada entrega a la misión allí
