CAMINEO.INFO.- El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, expresó ayer en Valladolid su esperanza de que la inminente reforma de la Ley de Libertad Religiosa, que ultima el Ministerio de Justicia dentro de la mayor reserva, evite la "permanente confrontación" relacionada con los símbolos religiosos que representan convicciones.
Gabilondo, declaró ante la sorpresa de sus oyentes, que no entiende cómo los españoles se las arreglan "para convertir todo en elemento de confrontación: la lengua y los símbolos, cuando deberían unir en vez de separar". Y en este sentido añadió que esperaba “que la nueva ley traiga un espacio global de libertad, entendimiento y convivencia", tras ser preguntado por la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que ha
admitido la reclamación de una madre italiana que pedía la retirada de crucifijos en un colegio de su país.
Curiosamente, el sorpendido ministro no dio que buena parte de los elementos de confrontación que se dan en la sociedad es consecuencia directa de las propias iniciativas del Gobierno que parecen especialmente pensadas para dividir en lugar de unir, tal y como dice querer el ministro. Ahí como elemento más expresivo la ley del aborto libre que ha conseguido dividir y enfrentar a la sociedad sin necesidad alguna, al igual que ocurre con la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” o la ley de “matrimonio” entre homosexuales...
Para el ministro, "en España se ha sabido resolver los casos de los símbolos religiosos en los propios centros, a través de los consejos escolares". Por ello se mostró cauteloso ante la jurisprudencia que pueda derivarse tras la resolución del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, y pidió "la colaboración de todos para no iniciar nuevas batallas".
El ministro concluyó afirmando, después de referirse a otros temas relaciones con la incoporación de los ordenadores a las aulas, que España "es un país que necesita escuchar más...”. Solo le queda aplicarse el consejo a sí mismo y recordarle que aún no ha recibido a los padres objetores de conciencia a la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” que defienden su derecho constitucional a ser los primeros educadores morales de los hijos.
