CAMINEO.INFO.- Zarate-Campana/ARGENTINA.- El obispo de Zárate-Campana, monseñor Oscar Sarlinga, presidió la misa de inicio de los festejos por el Bicentenario patrio, en la parroquia Nuestra Señora de Luján y San José Obrero, de Zelaya, en el partido bonaerense de Pilar.
La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Edgardo Galuppo, monseñor Santiago Herrera, monseñor Marcelo Monteagudo y el presbítero Ariel Penin, y transmitida a la diócesis por FM Santa María, de Matheu (partido de Escobar), y Es.pi.ar (Escobar-Pilar-Argentina) vía Internet -Justin.tv-.
El 8 de mayo hubo distintos actos culturales y religiosos, que incluyeron una suelta de palomas y el encendido de velas a las 15, en consonancia con la invitación del Departamento de Laicos (DEPLAI) a la misa y al gesto ciudadano frente a la basílica de Luján.
Monseñor Sarlinga erigió la nueva parroquia Nuestra Señora de Luján y San José Obrero, en esta localidad del partido de Pilar, a fines del Año Paulino Jubilar, y nombró como primer párroco al presbítero Ariel Penin.
El nuevo templo lleva el título de Nuestra Señora de Luján porque se piensa que en las inmediaciones de este pueblo se halla el lugar donde se detuvo la carreta que llevaba la imagen de la Virgen María que dio origen a la advocación de Luján.
En efecto, investigaciones históricas, a cargo del historiador de la Virgen de Luján, monseñor Juan Presas, indicaron que se ubica en las inmediaciones del centro de Zelaya. El Obispo se refirió al llamado "milagro de las carretas", pero precisó que "el corazón del pueblo argentino" está en Luján, porque es el lugar donde se yergue la basílica donde se encuentra la imagen de la Virgen de Luján, transportada hasta allí en procesión por el entonces obispo de Buenos Aires.
“Lo principal para la fe de nuestro pueblo no radica en el lugar exacto en que hubiera podido realizarse el hecho prodigioso, sino en que la imagen auténtica es venerada desde siglos en el santuario de Luján, ‘alma del pueblo argentino’, y que Ella quiso quedarse con nosotros, a través de esa ‘humilde Imagen de la Pura y Limpia Concepción’”, destacó.
Tras referirse a la "Pro-videncia" y "Pre-videncia" de Dios, que dejó ese "signo" en medio de las pampas, cuando alrededor no había más que eso, precisamente, "pampa", monseñor Sarlinga consideró que esa fue “una previdencia para la evangelización".
A continuación hizo una serie de consideraciones sobre la virtud de la prudencia y cómo ese término es mal usado, al referirse a ella como "la recta razón del buen obrar", en el orden personal y comunitario, y a su importancia en la inclinación social del ser humano, principalmente en la familia y en la vida cívica.
“El haber adjuntado el nombre de la Virgen de Luján a la nueva parroquia obedece a razones pastorales, al pedido del sacerdote a cargo y de los fieles, y a la factibilidad histórica de haber estado la sagrada imagen algún tiempo en esas inmediaciones, o al menos el haber pasado por allí en su recorrido desde Buenos Aires al Norte”, explicó.+
