Los Obispos del Congo anunciaron la realización de una colecta nacional con la finalidad de ayudar a las víctimas de las explosiones de un almacén de municiones en el cuartel de Mpila, en la capital Brazzaville.
En un mensaje enviado a la agencia vaticana Fides y firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal del Congo y Obispo de Kinkala, Mons. Louis Portella Mbuyu, se expresó la preocupación de la Iglesia en ese país por la tragedia que "ha devastado gran parte de la población de Brazzaville: la pérdida de vidas y la destrucción de viviendas".
"No podemos permanecer indiferentes ante el drama doloroso de nuestros hermanos", añade el mensaje y hace un llamado urgente a todos los miembros de la Iglesia para que se organicen colectas de solidaridad en las parroquias, los movimientos eclesiales y a nivel individual.
Asimismo, se anunció que lo recaudado en las colectas será enviado a cada diócesis para ser transmitido a través de la Conferencia Episcopal a las autoridades que gestionan la crisis de los damnificados.
Un balance provisional de la catástrofe indica que tras las explosiones murieron unas 200 personas, unas 1 500 quedaron heridas y 5 mil perdieron sus hogares.
