La Catedral de Westminster, el principal templo católico de Londres (Reino Unido), acogerá el 17 de mayo el evento “La Noche del Testigo”, que busca concientizar a occidente sobre la persecución religiosa que sufren los cristianos en diversos países del mundo, particularmente en Oriente Medio.
El evento, organizado por la organización católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), incluirá música de reconocidos músicos católicos, además de lecturas, como muestra de solidaridad con la gente perseguida en países como India, Pakistán, Irak, Egipto y Nigeria.
En “La Noche del Testigo” participarán con importantes discursos el Arzobispo de Karachi (Pakistán), Mons. Joseph Coutts y el Obispo de Luxor (Egipto), Mons. Joannes Zakaria.
También asistirá Stephen Anjum, quien voló hasta Reino Unido desde Pakistán, luego de que su esposa, Thomesena, recibiera un disparo por extremistas que alegaron que su hijo había insultado al profeta Mahoma.
Para Anjum, “la gente en Reino Unido y en otras partes de occidente simplemente no están al tanto de la magnitud de los problemas que enfrentamos en mi país”.
“Necesitamos un mayor apoyo moral, para que la gente en mi país pueda estar a salvo de la violencia y la intimidación”.
El evento comenzará con una Misa en la Catedral de Westminster, que será celebrada por el presidente del Departamento de Asuntos Internacionales de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales, Mons. Delcan Lang.
Vincent Masih, uno cristiano de origen pakistaní que llegó desde otra ciudad de Reino Unido para participar en el evento, y cuya familia salió de Pakistán en la década de 1960, dijo que “la gente piensa que la persecución sucede muy lejos y que no hay nada que puedan hacer, pero ese no es el caso. Nosotros estamos saliendo de nuestro camino para ser una señal de esperanza para aquellos que sufren hoy”.
AIN realizó un informe cuyo lanzamiento coincidirá con el evento en Londres. El estudio, titulado “Cristianos y la lucha por la Libertad Religiosa”, analiza la importancia de la lucha contra la persecución religiosa, a la vez que describe incidentes de violencia e intimidación en muchos de los países más peligrosos para la práctica cristiana.
En su prefacio al informe, Mons. Delcan Lang señaló que “aquellos cristianos que enfrentan la constante violencia, especialmente en partes de Asia, África y el Oriente Medio, muestran un valor extraordinario que debería servir como inspiración a quienes como nosotros no enfrentamos esos peligros, pero aún estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe”.
“Estamos llamados a entrar más profundamente en la solidaridad con quienes sufren por la Iglesia, y hacerlo a través de la oración, la ayuda práctica y levantando nuestras voces ante esta crisis, a menudo escondida”.
