Con el tema “Tu fe te ha salvado … levántate, vete”, ayer se celebraba en España la “Pascua del Enfermo”. Con motivo de esta jornada, que ha organzado la Comisión Episcopal de Pastoral de la CEE, los Obispos reflexionan sobre “el poder curativo de la fe” y recuerdan que “vivir la enfermedad y la muerte no es fácil humanamente”, y tampoco “vivir la fe en ellas”.
Además, explican que cuando se habla “del poder saludable y terapéutico de la fe”, es recordar “que son muchas las personas que, en la enfermedad y en la cercanía de la muerte, encuentran en su relación confiada con Dios, en la oración, en los sacramentos y en la pertenencia a la comunidad cristiana, alivio, consuelo, paz, sosiego, nuevas fuerzas y nuevas razones para seguir adelante”.
Dicen, también, que cuando se vive una fe verdadera, que “sana, cura, salva y se convierte en fuente de salud”, es la misma fe la que ayuda a afrontar la enfermedad “con realismo, infunde aliento, coraje y paciencia en la lucha por la curación, o para asumirla con paz con todas sus consecuencias”.
Los prelados señalan que “desde la fe se encuentra el ánimo para emprender la importante tarea de ir recomponiendo la vida y descubrir las nuevas posibilidades de ser útil, de iluminar y llenar de sentido la existencia”.
Finalmente, alientan a los enfermos a vivir con alegría el “Año de la Fe”, convocado para iniciar este octubre por el Papa Benedicto XVI: “Que la Pascua del Enfermo en este año en el que precisamente se inaugurará el ‘Año de la Fe’, ayude a los enfermos, a quienes sufren, a cuantos viven en situación de duelo, y a todas las personas que les atienden, a descubrir que la fe en el Señor Jesús, buen Samaritano, es la mejor aliada de nuestra vida. María, la mujer creyente y solidaria, que, por la vía de la adhesión inquebrantable a Dios, caminó hacia una privilegiada plenitud, nos acompañe en el camino de la fe”.
La “Pascua del Enfermo” es la jornada que da conclusión a la Campaña del Enfermo que cada año realiza el Episcopado Español. La Campaña inició el pasado 11 de febrero, cuando la Iglesia conmemoró la Jornada Mundial del Enfermo.
