Mons. Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, Madrid, ha presidido el funeral por Belén Langdon, la menor fallecida en la avalancha humana que tuvo lugar el pasado jueves durante un espectáculo musical en el Madrid Arena, en el que murieron otras tres jóvenes. El prelado ha alabado el ejemplo de fe de los familiares de la fallecida, uno de cuyos hermanos es sacerdote y ha concelebrado la Misa por el descanso eterno de su alma.
Decenas de amigos y compañeros de la menor fallecida en el Madrid Arena han acompañado a la familia de Belén Langdon en el multitudinario funeral oficiado en la catedral de Alcalá de Henares por Monseñor Juan Antonio Reig Pla, quien ha ensalzado la serenidad de sus allegados pese a la prematura muerte de la chica.
El obispo ha tenido palabras de consuelo para los padres de la chica de 17 años que murió como consecuencia de la avalancha humana que se desató en una fiesta de Halloween celebrada la madrugada del pasado jueves en el recinto Madrid Arena.
La fe en Dios será de gran ayuda a la familia y amigos para afrontar «la muerte a nuestros ojos prematura» de la menor, ha dicho el prelado, que ha tenido palabras de admiración por la serenidad con que, desde su convicción cristiana, los allegados de la chica han encarado su pérdida. «Esta es la España en la que yo creo», y no la que «prescinde de la imagen de Dios», ha dicho el obispo.
Gratitud de la familia
Al final de la homilía, Borja, joven sacerdote hermano de la menor ha agradecido la «cercanía y disponibilidad» del obispo estos últimos días, así como el «cuidado constante» que tuvieron de su hermana fallecida y de toda la familia el personal sanitario del Hospital Doce de Octubre, donde ingresó en estado muy crítico la mañana del jueves y donde falleció dos días después.
También ha agradecido la compañía y el apoyo brindado, especialmente por los clubes juveniles del Opus Dei y por los compañeros de la menor, tanto del colegio Aldeafuente como del colegio Aldovea.
La menor fue velada desde las cinco de la tarde de ayer hasta el funeral de hoy en el tanatorio de San Isidro, hasta donde se acercaron ayer centenares de personas, muchos de ellos jóvenes amigos de la fallecida o de sus seis hermanos.
Además de la menor, perdieron la vida en el suceso Katia Esteban Casielles, Rocío Oña Pineda y Cristina Arce de la Fuente, todas ellas madrileñas de 18 años. En la UVI de la Fundación Jiménez Díaz continúa ingresada en estado muy crítico María Teresa Alonso, de 20 años, que también resultó herida por aplastamiento.
