España necesita sacerdotes

La trasparencia de la Iglesia también pasa por los números y las series estadísticas. En la página web de la Conferencia Episcopal Española, respecto al números de sacerdotes, los últimos datos que ofrecen son de 2014. El número de sacerdotes diocesanos es de 17.790 y de religiosos con cargo pastoral, 7.178. En la última rueda de prensa, el portavoz episcopal dijo que la edad media del clero es de 65,5 años. Y añadió que en algunas diócesis está en 74 años. Esperamos aún el documento sobre el clero anunciado hace ya un par de años.

Con motivo del día del seminario han ofrecido las últimas cifras de ingresos y ordenaciones. En los seminarios mayores hay 1.263 aspirantes al sacerdocio, 16 más que en el curso anterior, lo que supone un aumento del 1,3%. En el curso 2017-2018 se ha incrementado en un 9% el número de nuevos ingresos, de 275 a 300. Sin embargo, el número de los sacerdotes ordenados en este curso bajó respecto del anterior, de 138 a 109.

Madrid está a la cabeza en número de seminaristas con 189 aspirantes al sacerdocio, incluidos los del seminario del Camino Neocatecumenal, 68. Pero sorprende en Madrid las altas tasas de abandono. Le siguen en números totales, Valencia con 70 seminaristas; Toledo, 65; Sevilla, 62; Córdoba, 60 y Cartagena, 60; Alcalá de Henares, 48; Cuenca, 42; Granada, 32; y Getafe, 30. Hay diócesis españolas que tienen menos seminaristas que los dedos de una mano, y llevan años así. Por ejemplo, algunas diócesis de Castilla y León, Cataluña y País Vasco. 

Si cruzamos estas cifras, y otras, la conclusión es alarmante: España necesita sacerdotes. Un dato de hecho que se percibe con más gravedad en las zonas rurales. Un ejemplo, a escasos cincuenta minutos en coche de la capital de Valladolid hay zonas enteras ya sin misa todos los domingos. La necesidad de sacerdotes en la Iglesia no es solo una demanda estadística, es una exigencia de su naturaleza sacramental y un termómetro de su vitalidad orgánica. Por cierto, ya hay unos mil curas de otros países trabajando por estos lares.