Talca/CHILE.- Numerosos fieles se hicieron presentes en la Eucaristía que fue presidida por el Obispo de Talca, Monseñor Horacio Valenzuela Abarca, y en la que tomaron parte gran cantidad de sacerdotes de la Diócesis, diáconos y ministros. Al comenzar, el Obispo procedió a bendecir el templo restaurado.
Luego, durante la homilía, el Pastor agradeció la providencia del Señor: “hoy nos reunimos para bendecir la obras de restauración de esta querida iglesia de La Merced de Curicó. Este lugar que es tan querido y que es testigo sagrado y fiel de la historia de nuestra ciudad; es el lugar donde nos encontramos con Dios, experimentamos su presencia y es donde recibimos el rocío benéfico de su bendición”.
“Esta es una casa de Dios donde Él mismo nos recibe, nos ofrece su paz, su alegría, sabiduría y fortaleza (…) Nuestra Señora de Pompeya nos acoge en ella y nos influye para que crezca en cada uno el amor a Cristo y el deseo de trabajar por un mundo mejor. En esta casa con su influencia humilde de la madre de Dios hace que sus hijos sean más hermanos, el milagro de la fraternidad que tiene que ver mucho con la maternidad”, agregó Mons. Valenzuela.
La magnitud de terremoto del 2010 dañó seriamente muchas de las iglesias de la Diócesis, casas y lugares de trabajo, y “muchos aún no logran levantarse de sus penas y muros derrumbados, por eso es mayor la alegría nuestra al ver que nuestra iglesia La Merced ha podido ser restaurada, gracias a la contribución de mucha gente. Gracias a los benefactores que, de manera silenciosa, no solo han aportado dinero sino que mucha preocupación para que este fuese un lugar digno como Dios lo merece”, recalcó el Pastor.
Al finalizar la celebración el Vicario Pastoral y Vicario de Curicó Ciudad, padre Mauricio Jacques, también agradeció a quienes hicieron posible la reapertura del templo, luego de casi dos años. “Esta casa de Dios es un lugar privilegiado para formar discípulos y misioneros de Cristo, es una escuela de oración, donde se unen los hombres con Dios y los hombres entre sí. Esta parroquia quiere ser testimonio en la comunidad curicana, y por sobre todo misionera”.
Y agregó: “doy gracias sinceras a todos y a cada una de las personas que han hecho posible, tanto con su oración, especialmente desde la capilla del Santísimo, como los que han aportado en forma desinteresada recursos para que esta casa de Dios siga escuchando, acogiendo y haciendo vida el mensaje de amor de nuestro Señor Jesucristo. Agradezco a la fundación Rojas Sierra por su cooperación, la cual permitió instalar este hermoso piso. También agradezco a las Religiosas de Santa Marta, que tan generosamente facilitaron su capilla para nuestras celebraciones litúrgicas. Y a todos los particulares, que en forma anónima hicieron su valioso aporte, para que este hermoso sueño se hiciera realidad”.
“Que la apertura de este templo sea un signo de dejar entrar en nuestro corazón la fuerza del mensaje que nos ha traído el Niño Dios y que este año que comenzamos sea colmado de bendiciones, para cada uno de ustedes y sus familias”, concluyó el Vicario.
El templo La Merced se erige en la intersección de las calles Chacabuco y Merced, y es la iglesia de más antigua data de la ciudad. La orden Mercedaria se instaló en ese lugar hace 260 años. La actual construcción es de 1954 y su cúpula de terminó en 1984. En 1981 los mercedarios entregaron el templo a la Iglesia diocesana de Talca.