Ciudad del Este/PARAGUAY.- El Vicario Pastoral de la diócesis de Ciudad del Este, monseñor Oscar Benítez, comunicó a través de una Carta circular la lista de los grupos laicales que no pueden ser considerados católicos ni trabajar dentro la Iglesia, porque no quieren obedecer al Obispo ni a los párrocos. Es importante que la feligresía de nuestra diócesis tenga conocimiento de cuáles son los grupos que sí están autorizados para realizar trabajos pastorales en nuestra Iglesia Diocesana. El obispo de Ciudad del Este es monseñor Rogelio Ricardo Livieres.
Los grupos que no pueden ser considerados católicos ni trabajar por lo tanto en la Iglesia porque no quieren obedecer al Obispo ni a los párrocos, son:
Comunidad Maranatha, Comunidad Siervos de Cristo y Comunidad Servidores de Cristo.
“Los coordinadores Celso Rivas (Siervos de Cristo), Leonardo Florenciañe (Servidores de Cristo) y Raúl González no pueden predicar la Palabra de Dios en nombre de la Iglesia Católica. Y las doctrinas que imparten no son reconocidas por la Iglesia Católica”, expresa el comunicado.
La Vicaría aconseja a las personas y fieles que no participen de las actividades realizadas por estas Comunidades. Si deciden hacerlo en ejercicio de su libertad y elección propia, lo hacen bajo su exclusiva responsabilidad, sin ninguna garantía ni responsabilidad por parte de la Iglesia Católica y consigna una nómina de 40 grupos que responden a aquellas cuestionadas comunidades.
“El obispo de la diócesis viene invitando a todos los movimientos de laicos que quieran asociarse para trabajar pastoralmente, y los ha promovido, guiado y provisto con cursos especiales para que sus líderes y servidores puedan formarse adecuadamente en la doctrina de la fe y la disciplina de la Iglesia. Pero algunos de estos grupos, aunque quieren aparecer como aprobados por el Obispo, no quieren sin embargo obedecer sus mandatos ni seguir las enseñanzas de la Iglesia.
“Como Vicario Pastoral de la diócesis, concluye la carta firmada por monseñor Oscar Benítez, es mi trabajo velar para que los trabajadores y agentes pastorales realicen sus tareas evangélicas como la Santa Iglesia lo manda. Es por esta razón que escribo ahora con pesar de corazón esta carta circular, abierta a todos los fieles. Debo informar a todos qué grupos están en desobediencia a la Iglesia, a pesar de todos los esfuerzos que hemos puesto en los años recientes para promoverlos, guiarlos y corregirlos con caridad y perseverancia”.+
